viernes, 23 de abril de 2010

GRANDES EXPECTATIVAS



GRANDES EXPECTATIVAS

La mayoría de nosotros vivimos esperando un “golpe de suerte”, algo maravilloso en lo que ciframos nuestra dicha, como ganarse la lotería o ser amado de modo perfecto, la mujer ideal, el trabajo soñado, ha “herencia” desconocida que vendría de algún sitio lejano.
Queremos encontrar un “sitio” ideal un refugio contra el sufrimiento para alcanzar la dicha plena.
Como si siempre nos faltara algo para la completitud.
Tal vez si dejamos de comportarnos como los protagonistas de alguna irreal película de Hollywood veríamos todo más claro.
El parecido es la vida real con una película es el mismo que hay entre Brad Pitt y el resto de nosotros. O Angelina Jolie y usted.
Cuando elevamos nuestras expectativas corremos serio riesgo de frustrarnos, porque lo Ideal es enemigo de lo bueno.
Y quizás estaría bien mirar mejor alrededor nuestro porque nos podemos llevar una sorpresa. Quizás estamos rodeados como lo merecemos pero no nos damos cuenta.
Entre la multitud de conocidos y amigos a medias, entre las personas que nos sirven el café, la peluquera, el odioso jefe, los aburridos compañeros, la-misma-gente-de-siempre puede haber alguien interesante y destacable, pero si no nos detenemos a habitar con ellos –de quienes somos otro más- nunca los conoceremos en verdad.
No digo “idealizar” a quienes nos rodean, digo sólo prestar un poco más de atención, reconocerlos como pares.
Puede que nos sorprenda.

jueves, 8 de abril de 2010

EL MAL Y OTRAS YERBAS



El joven discípulo se acerca al Maestro casi agitado y le arroja la pregunta sin titubeos “Maestro venerado, ¿por qué existe el mal y la oscuridad, las enfermedades, la vejez y la decadencia, las desgracias y las traiciones?.
El Maestro escueto replica: “Mi bastón te contestará Saltamontes”.
“¡No entiendo!” dice el aspirante mirando con fijeza al bastón.
“¡Yo tampoco!” concluye el Maestro.

Parece sólo un juego de palabras, pero lo que saben con claridad los programas de mayor éxito de la televisión es lo que el público busca en ellos. Los temas que distraen, amables, simpáticos, que nos permitan olvidar. Por algo se llama industria del entretenimiento al cine en Estados Unidos, ¡pochocho! (o popcorn).

El éxito de la serie House en todo el mundo refleja alguien que todos deseamos -uno que se las sepa todas.

Cuando Irak atacó con misiles Scud a Israel en la década de 1990, las autoridades israelíes aconsejaron a la población que miraran películas de acción y guerra. Es una forma de “naturalizar” lo que de otra manera sería insoportable.

Estas reflexiones las causó un post del 2008 de admirable optimismo hacia la vida y repleto de valientes comentarios sobre la inminente crisis que se avecinaba en España, de la cual no sabían nada en diciembre del 2008.

Hay muchos modos de afrontar los temas difíciles, pero aunque algunas técnicas alivien nuestra natural ansiedad y nos ayuden a seguir pese a todo, no curan el histórico sufrimiento que es parte de la condición humana.

Las Buenas Noticias son que en este aspecto: ricos, pobres, gordos, flacos, feos, bellas, altos y bajos, sajones o latinos, sanos y enfermos, estamos todos iguales, sin saber qué pasa y sentados arriba de una calabaza.