viernes, 14 de marzo de 2008

NO DEJES PARA MAÑANA...


Un día de estos es "ninguno de estos días"

Las formas de la postergación que utilizamos se disfrazan de diversos modos: el lunes empiezo la dieta, o dejo el cigarrillo, un día de estos te llamo, comenzará a cambiar desde principios de mes. Mil otros modos que usted ya conoce.

Y mientras nos llenamos de deseos y buenos propósitos el tiempo pasa, nos vamos volviendo viejos, ese cronos irrecuperable: el tiempo perdido. Hay un momento y edades en que no se puede volver atrás, digo, nunca se puede volver atrás.

Es ahora mismo que se deben emprender los cambios de vida que deseamos. No podemos esperar el momento ideal, cuando nos amen, cuando tengamos dinero, que nos ayuden, o que el mundo se arregle, porque... triste es decir, esas cosas nunca ocurrirán.

La vida es lo que nos ocurre mientras estamos ocupados haciendo planes para vivir. Deberían terminarse nuestrtos planes y hacer razonablemente, lo que nos venga en gana, cuando nos venga en gana.

No se puede calcular ni prever lo que nos va a ocurrir: la seguridad de nuestra salud, cuánto tiempo nos queda, qué vestiremos, cuánto dinero ganaremos. En esta época los cambios son muy grandes y muy rápidos y no queda lugar para los lentos o postergones.

Claro que te cuesta, decide tus cosas, levanta el teléfono, llams a esa chica/co ahora, cierre el negocio dentro de un rato, diga te quiero en forma urgente, haga el amor aunque haga calor, no espere tener dinero para mostrarse sincero. 

No es "Solo por Hoy" sino que solo tenemos este rato porque todo va adoptando la sucesión de presentes que un día, para nuestro  mal, terminan.

miércoles, 12 de marzo de 2008

RESPETOS PARA UN GRANDE


No era un hombre ordinario Jorge Guinzburg, periodista y conductor televisivo que nos deslumbraba, mostrando una creatividad sin par, saliendo del libreto, rompiendo códigos. Y hablo en pasado, porque hoy ha muerto este hombre, que aún podría habernos dado mucho de su ingenio y humor.

No tengo las palabras que se acostumbran en estas oportunidades. Jorge será siempre uno de mis preferidos y me lastima su destino. ¿Será verdad que Dios se lleva siempre a los mejores?.

Tal vez en alguna parte Jorge esté festejando y riendo como lo hizo toda su vida, como nos hizo reir con inteligencia y picardía a todos nosotros.

martes, 11 de marzo de 2008

TODO EL MUNDO ES UN ESCENARIO


Obra de la artista Mónica Perrone.

El teatro y las películas nos permiten sentir toda la gama de emociones humanas hacia los personajes que se muestran en ellas. También nos permiten acceder a realidades fuera de nuestras vecindades.

Jorge Luís Borges solía decir que había dos Borges, uno que era un personaje muy conocido que retrataban sus escritos y los medios de difusión, y otro Borges, al que no conocía nadie en verdad y que era él mismo.

Y así es como nos ocurre con los personajes del cine o de la vida real. Conocemos partes, vemos modos, observamos conductas, pero no conocemos a esa persona.
Aún nuestro más íntimo amigo es un verdadero desconocido, en ocasiones. También nuestra pareja.
Tampoco nos conocemos bien a nosotros mismos.
Lacan decía algo parecido a: “Me amo en la medida en que me desconozco esencialmente”.

También es cierto que dependemos en gran medida de la aceptación y aprobación que obtengamos por parte de los demás. En lo social “nos vestimos para la ocasión” mostrando en gran parte, los que los demás esperan ver en nosotros. Es un juego viejo como la humanidad misma… “caer bien”.

Todos los ídolos y estrellas populares basan sus vidas en el amor que puedan despertar en los demás.

Directo al grano, la pregunta que me hago acá, es ¿cuanta conciencia tienen los ídolos populares, los Elvis, los McCartney, los Maradonas, las Spears, las excelentes artistas del cine y del teatro, del tipo de mensaje y personajes que están encarnando?
Estos disparos simbólicos que marcarán almas tal vez para siempre de desprevenidos espectadores que verán cumplirse en la pantalla sus sueños más queridos.

Mirando la película de una popular y adorable artista de Hollywood, me “enamoré perdidamente” del personaje porque –bien pensado-era la “mujer ideal”. Hasta mis sueños se opacan ante esa “chica-personaje” cuya arquitectura fue diseñada para enviar un claro mensaje de amor y cariño. De eso que falta tanto…

¿Cuánto sabrán ella, y otros tantos, que influyen sobre las personas de esta sociedad?... que a falta de los valores verdaderos en nuestro diario vivir, se aferran de personajes e imaginarios, que fueron pensados en forma exquisita para cumplir sus sueños en la pantalla.

Uno debería aferrarse sin más a lo que le toca vivir. Los cuentos de hadas son muy bonitos, en eso concuerdo, pero poco tienen que ver con la realidad roma y fría de todos los días.

Aunque triste, señores, “el horno no está para bollos”… con los miles de conflictos humanos, ahora llevados a la milésima potencia.

¿Alguna vez lo estuvo?