viernes, 20 de febrero de 2009

LOS CRONALFABETOS


Aunque el nombre es de mi invención, se basa en un concepto del escritor y humorista Alejandro Dolina, que insistía en que… se debe amar siempre al primer amor, pero estar empecinadamente dispuesto a no verla/o nunca más.

Esto nos habla del tiempo. Dentro de mi mente mi barrio de la infancia permanece inalterable, pero me ha ocurrido que al ir a visitarlo posteriormente, ya no es el mismo barrio, aunque se llame igual.

Lo dice también Serrat en su canción Penélope… no eres tu a quien yo espero… su mente había fabricado un amor ideal, resistente al tiempo y a la realidad.

Hablo del paso del tiempo, que todo lo cambia, lo envejece.

“Nunca te bañaras dos veces en el mismo río” dice Heraclito.

Con el tiempo, cambian las circunstancias, cambian las personas, cambia, todo cambia. Pero muchas veces necesitamos aferrarnos a una ilusión de permanencia e inalterabilidad, para poder seguir viviendo. Como cuando queremos creer que nuestros padres son los mismos que los de nuestra infancia.

Claro que sería bello reunirme con mi “barra” de la adolescencia. El único problema es que ya no existe tal cosa, y que no soy el mismo.

De ahí la necesidad de aferrarse a los proyectos, el pasado solo puede servirnos para no cometer los mismos errores una y otra vez, pero nada más. El presente y el futuro son las únicas herramientas que poseemos.

El pasado puede resultar útil solo cuando deseamos explicarnos una repetición, algo que hacemos de igual modo que lo hacíamos “cuando éramos chicos”. Repetir es en verdad tropezar siempre con la misma piedra.

Seas quien tú seas, ya lo sabes, a vivir cada hoja de tu calendario, ahora.

3 comentarios:

  1. a mi querido blogger:
    es así nomás,
    ayer ya fué
    es el aqui y ahora,
    here and now y
    mañana quien sabe?

    ResponderBorrar
  2. Tropezar dos veces en la misma piedra, no esta mal.

    Patrizia Gea.
    (Tropezadora profesional en las mismas piedras)

    ResponderBorrar