sábado, 27 de octubre de 2007

ELECCIONES: OTRA VEZ SOPA.


Es fácil advertir que en cualquier reunión social, de familiares o amigos en la Argentina, nadie desee hablar de política, de economía ni de teorías políticas, ni de nada que se aproxime.

También es sencillo darse cuenta que la campaña para la elección presidencial de Argentina 2007, se caracterizó por ser una no-campaña: sin discusión de ideas políticas ni económicas, sin intercambio de conceptos, solo algunos políticos criticando a otros políticos. Sin las tradicionales manifestaciones masivas de otros tiempos. Sin la Plaza de Mayo repleta, como antes.

El divorcio entre la clase política y la mayoría de nuestro pueblo se expresó a viva voz en la crisis terminal 2001, cuando gran parte de la población salió a la calle portando cacerolas y cucharas y tomó todos los centros más o menos poblados, repitiendo la frase "Que se vayan todos", queriendo decir que no gustaban de ningún político, economista, funcionario y otras cuestiones relacionadas. El saldo negro de esa jornada en diciembre del 2001 fueron 32 muertos.

El país estuvo algunos días al borde de la anarquía social, con numerosos saqueos de alimentos, y masas hambrientas. Puede ignorarse esta situación, como puede ignorarse que es necesario comer para vivir. Cada uno hace lo que quiere.

En mi experiencia personal, son varios ya, los gobiernos de "distintas ideologías" que prometen cambiar al páis, mejorar las cosas para todos, o que se ufanan de los logros conseguidos, mencionandolos uno por uno.

Hace más de 35 años que estamos así en este país, que entre 1940 y 1970 aproximadamente, recibió cientos de miles de inmigrantes europeos y de otrras partes el mundo y cuya clase media educada consistía en más del 50 % de la población.
Los salarios de aquella época sobraban para vivir más que dignamente.

Ahora, la realidad en cambio, se obstina en mostrarnos muy serios problemas para la población en general.

Las estadísticas ya no nos permiten estar entre los mejores países del mundo en cuanto a ingresos, calidad de vida, índices de pobreza, bueno, lean diarios e historia argentina, porque no puedo resumir el cambio que se produjo en Argentina en apenas algunas décadas.

No remito a problemas puntuales. No critico a este o a otro gobierno. Solo enumero hechos comprobables por cualquiera que tenga ganas.
Y si se hace una revisión histórica de los últinmos 50 años más o menos, el descenso de Argentina ha sido notable.

En un país donde se afirma que la línea de la pobreza, por debajo de la cual hallamos una familia pobre, es de ingresos de un poco más de 300 dólares, cuando el alquiler más miserable cuesta 300 dólares.

Agrupaciones disidentes con las autoridades de estadísticas y políticas, afirman que en este país la canasta básica, o lo mínimo para vivir decentemente: comer, tener un techo, salir a veces, una clase media baja, digamos, necesita por lo menos 900 dólares.

900 dólares es el dinero que toda familia argentina sabe que necesita para vivir más o menos normalmente como clase media baja.

Por eso titulo Otra Vez Sopa, porque hace mucho tiempo que vemos "la misma película".

Respecto de la votación puntual que se producirá mañana, lo que no deja de sorprenderme, es que aún hay un 10 o 15 % de argentinos que creen que sería posible o 'viable' otro gobierno similar, a los existentes en la década de 1990.

Las "fórmulas" aplicadas en la década anterior en nuestro país, me estremezco de solo pensarlo, solo traerían consigo un "cacerolazo" sangriento e imprevisible en su magnitud.

Argentina no es Alemania, no queda en Europa, y aquí ya no podemos "ajustarnos" (estrecharnos) más nada.

Nuestro capital humano más valioso, más de un millón de personas seguramente, ya está trabajando en otro país.


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