miércoles, 23 de mayo de 2012

EFECTOS PSICOLOGICOS DE LA CRISIS




Cuatro años de crisis económica mundial es demasiada carga para la gente, sin contar los años que falta transcurrir “Ya que el mundo cayó en manos de unos locos con carné” dice un poeta (Serrat)
Estar desempleado (parado) como víctima de la actual violencia económica que se ejerce contra los trabajadores, desangelados, jóvenes, viejos, discapacitados, pobres, inmigrantes, solos o desubicados, provoca grandes sensaciones de exclusión, desvalimiento y auto-descalificación.
Esta es una sociedad pensada para jóvenes de 25 a 40 años (excluyente, como anuncian los pedidos de trabajo).
En un primer momento el desempleo genera estupor y culpa por estar “fuera”; el afectado queda perplejo. Se observan efectos psicológicos negativos en las personas y sus familias aunque esto no se refleje en los grandes medios masivos.
En sí misma, la búsqueda misma de un trabajo es una experiencia estresante y la situación de desempleo genera angustia, frustración y rabia en aumento, que se prolonga por meses si la persona no consigue un trabajo y en lugar de sentirse discriminado se ‘auto-culpabiliza’ por una situación que es generada por el estado de las cosas (desempleo y creciente pobreza global). A su vez el paro laboral provoca inseguridad y permite formar “ejércitos” de desocupados ‘dispuestos a todo’ con tal de trabajar.
Es cierto que el apoyo psicológico al desempleado puede ayudar, pero por lo general consultar a un psicólogo profesional queda fuera de sus posibilidades económicas. Aún en medio de este “sálvese quien pueda” la contención familiar y de las redes sociales de amigos y conocidos puede ser la clave para no enfermar.
Los psicoanalistas no pueden hacerse cargo de los problemas económicos y sociales, que es tarea de políticos y economistas, salvo dentro de instituciones gubernamentales o de obras sociales.    
Es un problema del huevo o la gallina, porque mientras las condiciones económicas mundiales sigan siendo inciertas habrá que trabajar de lo que se pueda y bajará el consumo, agravando a su vez la crisis económica real.
La incertidumbre sobre el futuro familiar, laboral y social es una situación enfermiza que puede causar violencia social, donde se pierden todos los parámetros de una vida digna; por eso se entiende fácilmente que los manifestantes de todo el mundo deseen hacer valer sus derechos y por ese mismo motivo la revista TIME los eligió como el Personaje del Año 2011. La crisis es una ruptura de las posibilidades normales y de los recursos que permiten una armonía social.
La crisis produce inseguridad y violencia, que son las últimas respuestas de los excluidos.  


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