13/10/2015- Por Víctor J. Michelón - Realizar Consulta
En el “Seminario Aún” Lacan señala que el objeto “a” no puede dar cuenta de lo real. En este sentido el goce es un límite y por ello “sólo se interpela, se evoca, acosa o elabora a partir de un semblante”. Este pequeño texto nos invita entonces a la reflexión, a la luz del uso actual de las nuevas tecnologías.
La creciente virtualización de las relaciones humanas vía el Internet –twitter,Facebook, etc.- tiene relación con el profundo temor que nos despiertan los otros en sus versiones “reales” y para brindar la mejor máscara disponible, sin exponernos. Para ilustrar mi concepto me fundamento en bibliografía fácil de obtener:
“El sufrimiento nos amenaza por tres lados: desde el propio cuerpo que, condenado a la decadencia y a la aniquilación, ni siquiera puede prescindir de los signos de alarma que representan el dolor y la angustia; del mundo exterior, capaz de encarnizarse en nosotros con fuerzas destructoras omnipotentes e implacables; por fin, de las relaciones con otros seres humanos. El sufrimiento que emana de esta última fuente quizá nos sea más doloroso que cualquier otro; tendemos a considerarlo como una adición más o menos gratuita, pese a que bien podría ser un destino tan ineludible como el sufrimiento de distinto origen” (1)
“Consideremos el modo en que los seres humanos en general se comportan afectivamente entre sí. Según el famoso símil de Schopenhauer sobre los puercoespines que se congelaban, ninguno soporta una aproximación demasiado íntima de los otros“[2]
A estas dos consideraciones de Freud voy a agregar un extracto de Sergio Rodríguez:
“De otro modo pero con resultados parecidos, el vínculo entre los chicos se torna cada vez más virtual vía computadoras. Cada vez juegan menos, mueven menos su cuerpo. Tempranamente entonces, se pierden en términos comparativos, lazos sociales y ejercicio y disposición de los cuerpos. El ser hablante es cada vez menos hablante, y más, ser gozado. ¿Si cada vez es menos hablante, es cada vez menos humano? Todo parecería indicar, que es lo que está en la base, de la disgregación de culturas y sociedades. Se está perdiendo la humanidad, pero sin recuperación de los instintos que protegen a las otras especies animales” (3)
“El sujeto puede tener exposición sin estar “realmente” expuesto, la ilusión de ser seguido, incluido, aceptado, en el espacio virtual. También puede ser objeto de la agresividad de parte de otros que se sientan amenazados con lo que piensa, cree, sostiene, que se genera en la relación de tensión con ese otro, al ser un juego de espejos” (4)
Esta “asociación libre” de extractos de extractos selectos de la literatura me hacen pensar que:
1) Al ser la relación intersubjetiva real la mayor fuente de malestar
2) Al observar el Dilema del Erizo que plantea una dificultad vinculada con las cercanías y distancias entre los sujetos
3) El concepto de “disgregación social” y pérdida de humanidad de S. Rodríguez
4) El “como si” del Internet mencionado por Isela Segovia
Se conforman lazos virtuales para evitar la esencia o consecuencias de los encuentros reales que implican tres sentidos humanos que quedan afuera del Internet (tacto, olfato, gusto) por temor a mostrarnos y porque en Internet todo puede “corregirse”, Photoshopvirtual mediante.
Bibliografía
1) “El Malestar en la Cultura”, S. Freud (1930)
2) “Psicología de las Masas y Análisis del Yo”, S. Freud (1921)
3) “Sociedades Locas”, Sergio Rodríguez, http://psychenavegante.net/index.php?option=com_content&view=article&id=288:isociedades-locas&catid=69:psicoanalisis
4) “Dejar de estar, ¿dejar de ser? Redes sociales, una breve mirada”. Isela Segovia. ICongreso Elsigma. http://www.elsigma.com/articulos-congreso/dejar-de-estar-dejar-de-ser-redes-sociales-una-breve-mirada/12821
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