EL DESEO
“Si no puedes esperar, nunca surgirá lo inesperado”
“Si no conoces el silencio, ¿cómo distinguirás los sonidos?
“Es necesario siempre amar al primer amor, pero con la condición de no verla nunca más”
Para que exista el deseo de algo tiene que haber una ausencia del objeto, de lo que anhelamos, de algo que al conseguir nos brinde un “sentimiento oceánico”, el Todo. El deseo nos moviliza por algo que “nos falta”.
Pero el truco del deseo es que nunca se satisface porque una vez satisfecho muere, deja de ser deseo. Da lugar al placer, puro y simple y a otros deseos distintos. Una solución bastante bella, aunque menos que la de nuestros sueños.
Y cuantos más voy para allá
Más lejos queda,
Cuanto más de prisa voy
Más lejos se va.
Horizonte, Joan Manuel Serrat
No estamos diseñados para la felicidad, que solo consiste en momentos dichosos.
Insatisfacción desde la cuna y de los estilos de vida que se imponen desde la forma de producción y los medios. Por eso quizás se inventó el zapping frente a la publicidad o el ver 40 canales pero no ver ninguno. Necesidad de satisfacción inmediata. Toco y me voy. Aunque nunca se satisfaga nada, porque terminamos queriendo “otra cosa”. No era “eso”, no. Nunca es “eso”.
No hay nada más bello
que lo que nunca he tenido.
Nada más amado
que lo que perdí.
Lucía, Joan Manuel Serrat
Parece que todo está al alcance de la mano, todo lo que se pueda desear “se fabrica”. La superabundancia produce hastío. Lo que sobra es poco valorado. ¿Será por eso que nos gustan las chicas difíciles?
De ahí los problemas adictivos, cigarrillos, comidas, compras, drogas, juego compulsivo, trabajo excesivo, todo lo que dé un resultado “de inmediato”. Por eso la gente compra autos súper-veloces para ir más rápido no se sabe adonde, o para suicidarse, pero con clase.
La velocidad para producir más, velocidad para enriquecerse, para hacer el amor –que no vemos a perder el tiempo tres horas en una cama- coitos prematuros que acaban antes de empezar o que duran lo que un suspiro. “Rapiditos” o como dicen los estadounidenses “quickies”. Dos minutos, eyaculación. Punto. ¿Satisfacción? garantizada (¿?).
“El tiempo que invertiste en tu rosa, hace que rosa sea tan importante”
El Principito
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Me gusta este blog espero que las proximas veces que lo visite siga en esta linea tan sugerente y me siga entusiasmando , como ha sido el impacto que me ha movido a felicitar a su autor.
ResponderBorrarClica sobre mi nobre
Me encantó esta entrada, y me gustó mucho su blog. Ahora que me inspire y me decida a escribir otra cosa, se las mando. Fue un placer encontrar este espacio libre y creativo.
ResponderBorrarAhi les dejo mi blog:
http://porquenoalreves.blogspot.com/
NO HAY HOMBRES
ResponderBorrarGran parte de los que valen la pena están casados y la mayoría de estos tienen amantes. De los que quedan ninguno quiere “compromisos”. Si una tiene suficiente dinero puede “mantener” a un tipo para que se quede a vivir con una, lo que no asegura que sea bueno, galante, bien educado, considerado, romántico, o dispuesto a tener hijos. Ni siquiera quieren conversar.
No es que no he buscado o que soy fea, nada de eso.
Pero debido a mi belleza los hombres de mi edad (30-35) sólo usan el famoso “Touch and go” o pasarse algunas buenas noches, o ratos con una, con únicos fines sexuales. Que parece ser lo único que les interesa.
He agotado los cursos, cafés psicológicos, los café filosóficos, las salseras, los sitios culturales, si hasta me puse a estudiar contaduría para ver si aparecía algo. Y aparecen los “vivos”. O ninguno. Los hombres no van a sitios culturales.
Mientras yo me rompo el alma tratando de entender a la niñez o a Lacan, la pobreza y a Foucault, ellos miran el partido de fútbol, o directamente van a la cancha casi todos los días. Porque ya todos sabrán que hay fútbol todos los días en horarios laborales y el estadio está lleno. No son muy propensos a trabajar.
Confieso que quería ser “independiente” pero no una solitaria. A muchas de mis amigas les pasa lo mismo (están solas). Le agradeceré que nos explique que podríamos hacer las mujeres, o en qué país del mundo hay hombres serios y comprometidos.