jueves, 8 de abril de 2010

EL MAL Y OTRAS YERBAS



El joven discípulo se acerca al Maestro casi agitado y le arroja la pregunta sin titubeos “Maestro venerado, ¿por qué existe el mal y la oscuridad, las enfermedades, la vejez y la decadencia, las desgracias y las traiciones?.
El Maestro escueto replica: “Mi bastón te contestará Saltamontes”.
“¡No entiendo!” dice el aspirante mirando con fijeza al bastón.
“¡Yo tampoco!” concluye el Maestro.

Parece sólo un juego de palabras, pero lo que saben con claridad los programas de mayor éxito de la televisión es lo que el público busca en ellos. Los temas que distraen, amables, simpáticos, que nos permitan olvidar. Por algo se llama industria del entretenimiento al cine en Estados Unidos, ¡pochocho! (o popcorn).

El éxito de la serie House en todo el mundo refleja alguien que todos deseamos -uno que se las sepa todas.

Cuando Irak atacó con misiles Scud a Israel en la década de 1990, las autoridades israelíes aconsejaron a la población que miraran películas de acción y guerra. Es una forma de “naturalizar” lo que de otra manera sería insoportable.

Estas reflexiones las causó un post del 2008 de admirable optimismo hacia la vida y repleto de valientes comentarios sobre la inminente crisis que se avecinaba en España, de la cual no sabían nada en diciembre del 2008.

Hay muchos modos de afrontar los temas difíciles, pero aunque algunas técnicas alivien nuestra natural ansiedad y nos ayuden a seguir pese a todo, no curan el histórico sufrimiento que es parte de la condición humana.

Las Buenas Noticias son que en este aspecto: ricos, pobres, gordos, flacos, feos, bellas, altos y bajos, sajones o latinos, sanos y enfermos, estamos todos iguales, sin saber qué pasa y sentados arriba de una calabaza.

1 comentario:

  1. Hola que bueno que hayas escrito para tus seguidores, te extrañanamos, es bueno abrir y ver algo tuyo que como siempre pareciera estás hablando de algo en común de lo que pasa y nos pasa en general a todos.
    Escribe más seguido nos gusta mucho leer lo que escribes.
    Un abrazo

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