Divino Pastor Góngora es un unipersonal, escrito por
Jaime Chabaud, dramaturgo mexicano, con la actuación de Rubén Ballester y
dirección de Pacha Rosso que se presenta los próximos meses en un teatro de la Ciudad de Buenos Aires.
“El espectáculo presenta la tragicómica caída de Divino
Pastor Góngora, un ficticio actor de la Nueva España del Siglo XVIII, que tras haber
acariciado la fama y el reconocimiento del pueblo y de la corte, huye
perseguido por un inquisidor obsesionado con su captura, acusándolo de
compartir la vida licenciosa que en la época se adjudicaba a los artistas del
teatro, y de participar en los primeros círculos de conspiradores por la
independencia de México. En su azarosa huida y, más tarde en su celda, Divino
Pastor Góngora representa, narra y canta fragmentos de su alucinante vida
teatral junto a sainetes, canciones y otros versos de la época que nos revelan
a un actor virtuoso pero también a un divertido antihéroe enamorado y sensual”
Preguntamos al intérprete:
¿Hay relación entre la vida y visión del actor-personaje
con las peripecias y los sueños de los actores reales?
"Si la hay; me preparo para que la actuación salga en forma
inconsciente, natural. Me parece que, luego de entrenamiento de años de métodos
y sistemas, lo que uno tiene que buscar está en la letra.
Mi vida no es tan
interesante como la de algunos personajes que me tocó interpretar y mi
experiencia se vincula con la posibilidad de corporizar y verbalizar el texto
de la manera que el texto me lo pide.
Por ejemplo, si hago un texto en verso:
la métrica, los acentos, las pausas y la respiración son lo que me va a indicar
el camino que tengo que expresar. No se puede improvisar sobre el texto o
el verso, no hay manera.
La letra tiene que estar dentro de mí como un rezo, como
el Padrenuestro.
Luego que lo in-corporo
puedo jugar con lo que me propone el autor, hasta encontrar una ligazón con el
personaje. Cada obra lleva inserta en sus entrañas la manera de interpretarla y
la debo descubrir. Muchos maestros meten a sus alumnos en sus propias
experiencias para trabajar una escena, y luego lo que sale es una escena de
barrio, con lenguaje chato, vulgar, sin contenido poético y sin las palabras
exactas que propone el autor.
He visto la obra Hamlet mal interpretada.
Chejov’s de aquí a la esquina en pos de vivencias verdaderas y no nos olvidemos
que todo esto que hablamos es ficción. El escenario es el lugar para jugar
bien, como se debe.
La vida es otra cosa. En el escenario te cuento la vida en
90 minutos, pasa de todo de forma veloz y sintética; la vida real es mas espaciada y
lenta a veces, aburrida otras y excitante de a ratitos. Lo importante es saber
que uno cuenta un cuento y el público tiene que entender la narración y lo que
digo y cómo lo digo y cómo lo hago. Si después esto se mete en mi vida ya tiene
que ver con la sublimación que produce el arte u oficio que elegí"
“… El unipersonal
de Divino Pastor Góngora es una puesta en escena
contemporánea que disloca la unidad espacio temporal,
plantea varios planos de representación y lleva a Rubén
Ballester a expandir los límites de sus capacidades actorales,
pasando de la farsa cómica al melodrama, de la actuación realista a
una elaborada estilización corporal y vocal, con momentos musicales
y coreográficos. Todo esto, en un espectáculo que imagina y fantasea
al mundo teatral novohispano y a uno de sus actores, y que quiere reflexionar
sobre el valor lúdico, erótico y libertario del teatro en esa época pero,
sobre todo, en la nuestra…”
¿Qué consejos le darías a alguien que quiere empezar en interpretación?
"Que se
prepare para ser fuerte, que soporte todos los NO que va a recibir. Que sepa
que cada autor y cada obra lo va meter en un problema que va a revelarle sus
limitaciones y que trabaje la inteligencia, además de la imaginación - que es
lo que mas insisten los profesores- y que busque las respuestas en la obra, no
tanto en su vida"