AMORES IMPOSIBLES

 Son los mejores y eternos que no nos dejan dormir. Algunos de ellos nacen en la juventud, el colegio, la universidad y alguna razón que nos desgarra nos aparta de ellos y los deja grabados a fuego durante años. Un gran amor frustrado que nos hace preguntarnos ... ¿Cómo hubiera sido? 

Amores que nunca fracasarán pues son a prueba del tiempo y la distancia tal como nos muestran la literatura, el teatro y el cine. “Antonio y Cleopatra”, “Romeo y Julieta”, Jack and Rose de la película “Titanic”, “Cyrano de Bergerac”, “La Dama de las Camelias”, “Match Point” son ejemplos de estos amores y hay muchas otras historias.

¿Qué es lo que hace tan especiales a estos amores? ¿Por qué nunca podemos olvidar a nuestro primer amor?

Es que jamás logran tener éxito y nunca se consuman de forma duradera. Consisten en un deseo vehemente –un amor- que no podrá cumplirse jamás.

Por ese motivo persisten dentro nuestro y son transformados en un Ideal, algo tan elevado y sublime que ningún otro amor podrá igualar.

El Objeto de este amor (el hombre o mujer reales) queda congelado en el tiempo.

Por ese motivo si uno quedó enamorado de una persona y después no la ve un largo tiempo, no conviene volver a verla varios años después porque no será ya la imagen que tenemos en la mente. Lo dice bien la letra de Joan Manuel Serrat en “Penélope”.

...”Dicen en el pueblo
que el caminante volvió.
La encontró
en su banco de pino verde.
La llamó: "Penélope
mi amante fiel, mi paz,
deja ya
de tejer sueños en tu mente,
mírame,
soy tu amor, regresé".

Le sonrió
con los ojos llenitos de ayer,
no era así su cara ni su piel.
"Tú no eres quien yo espero".
Y se quedó
con el bolso de piel marrón
y sus zapatitos de tacón
sentada en la estación…”     

Ninguna realidad puede competir con nuestros sueños y a veces queremos vivir dentro de ellos enamorados del amor. Así nos perdemos vivir los amores reales con todas sus ventajas y sinsabores.