lunes, 28 de enero de 2013

¿CAUSAS PERDIDAS?




“Siempre que llovió, paró”


Ya se demostró que de ninguna manera resolveré la crisis mundial, la ambiental ni ninguna crisis que se les parezca. Hay cosas que no puedo cambiar aunque me paso intentándolo muchas horas por día y de eso les quería hablar. Pierdo el tiempo porque es inútil que sufra. Me hago daño.


La bella joven toca la puerta de su vecino sexagenario y éste encantado le dice: – ¿qué puedo hacer por ti? Ella lo mira a los ojos y casi musita: –Estoy estresada y quiero pasar una noche de locura y sexo, ¿tenés algo que hacer esta noche? Trémulo el hombre contesta: – ¡por supuesto que no!- y ahí ella dispara: -¿Me cuidás a mi hijo de dos años? Como verán esto no tiene arreglo, no hay como cambiarlo. Es como el color de los ojos o la estatura, genético. 


Malas noticias: No sé cómo escapar a la falta de dinero, frío extremo, olas de calor, aglomeraciones y transporte público y otras variadas desgracias. No puedo escapar de todo. Buenas noticias: hay otras cosas que puedo cambiar.


Muchas personas aman a alguien que no les corresponde en modo alguno. Millones de personas buscan trabajos que no precisan o inexistentes donde no son llamados ni buscados y no me refiero a quienes sufren necesidades insatisfechas o tienen tres trabajos con paga mínima ni a los desempleados. La anhelada promoción laboral se empeña en esquivarnos. Otros se lamentan por no encontrar el amor de sus vidas o por estar solos. Algunos se proponen mil empresas que no podrían cumplir pero que ‘deberían’. Aferrados a hijos que ya crecieron quedamos ‘colgados’ esperando a saber de sus vidas. Lo afirmo porque yo mismo quedé enganchado en muchas de estas pegas; calma que hay solución. Hay que soltar e ir a lo posible.

La vida es simple disfrutando de esas pequeñas cosas que te hacen re-feliz, las cosas mínimas: la siesta; una estufa cuando hace mucho frío o mucho mejor una mujer/varón, que sobre gustos no hay nada escrito. El sol y las brisas del verano, los ventiladores y el aire acondicionado (si hubiera) Y las formidables muchachas/os que son un deleite para la vista y el espíritu. Amigos a granel; un vasito de vino; un fulbito con los amigos; escribir largas cartas de amor aún pasado de moda; caminar por el barrio y mirar a los chavales. A esta altura me surge un gran problema: Mi mascota Millie no quiere que escriba y quiere en cambio Jugar. El problema es que su juguete soy yo. Correr con un perro; salir al aire libre; elevar una cometa o barrilete; andar en patineta o en bicicleta.


Bueno eso quería decirles. No hay fórmulas ni secretos. Hay que pasarla bien con lo que haya; hay que cuidarse porque nadie cuidará de ti mejor que tú, el original. Relájate y goza y no pongas en eso ni un peso ni euro.


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