En mi serie de síntomas del sexismo, después del concurso de la mejor cola del verano:
la diferencia que existe entre los cánones de belleza y seducción para
hombres y mujeres, en particular en el cine (allí donde muchos chicos y
chicas buscan los modelos a los que identificarse).
Ahí donde las mujeres consideradas
atractivas tienen que ser jóvenes, esbeltas, sin una sola arruga, sin
una onza de grasa y sobre todo, sin una cana (se considera que las
mujeres que no se tiñen "se dejan estar"), los galanes siguen siendo
galanes, como bien nos explica esta nota de La Nación,
acercándose a sus 50 (George Clooney, 49 años) o incluso pasados sus 60
años (Richard Gere, 61 años), por no hablar de sus 70 (Harrison Ford,
68 años, Robert Redford, 74 años).
Ahí los tenemos, arrugados, con
el pelo gris, con carne colgando y flácidos, pero eso sí: siguen
consiguiendo papeles principales de héroes, aventureros, galanes, etc.
Siempre acompañados por mujeres jovencísimas, por supuesto. Como en State of Play,
en la que Russell Crowe (46 años, gordo y desaliñado) actúa junto a
Rachel McAdams (32 años, flaca, hermosa e impecable). Una diferencia de
edad totalmente aceptada. Eso sí, las raras veces en que la mujer es más
vieja que el hombre, se le dice "cougar" (puma).
Esos tipos pueden engordar veinte kilos que no pasa nada. Ahora, Britney Spears engorda cinco kilos y allí está toda la prensa tildándola de vaca y mostrando sus rollos.
En las películas de Hollywood, los espectadores varones pueden identificarse con héroes que se les parecen: gordos, arrugados y canosos. Las mujeres sólo tienen modelos inalcanzables de actrices flacas, con la piel estirada y sin canas.
Esos tipos pueden engordar veinte kilos que no pasa nada. Ahora, Britney Spears engorda cinco kilos y allí está toda la prensa tildándola de vaca y mostrando sus rollos.
En las películas de Hollywood, los espectadores varones pueden identificarse con héroes que se les parecen: gordos, arrugados y canosos. Las mujeres sólo tienen modelos inalcanzables de actrices flacas, con la piel estirada y sin canas.
Las mujeres, pasados los 40
años, no solamente tienen que estar impecablemente teñidas y botoxeadas,
sino que se tienen que conformar con papeles secundarios (el lugar de
la heroína es dejado a una más joven), o de mujeres maduras, madres o
abuelas.
"Los mejores papeles son los que hacen para los hombres, esos son los memorables", dijo Nicole Kidman el año pasado.
La actriz Helen Mirren (65 años,
es decir, más joven que Harrison Ford, al que siguen dando papeles de
galán), se ha quejado en reiteradas oportunidades del machismo de
Hollywood: "Me molesta la supervivencia de algunos actores masculinos
muy mediocres y la desaparición profesional de algunas actrices muy
brillantes", dijo a Showbiz Spy (pueden leer la nota en español aquí).
La revista Spike
publicó en 2009 el top 10 de las actrices de Hollywood.que pasaron "su
fecha de vencimiento". ¿Viejas decrépitas? Vean por si mismo: Nicole
Kidman (43 años), Teri Hatcher, (46 años) Drew Barrymore (35 años),
Helen Hunt (47 años), Renée Zellweger (41 años), Lindsay Lohan, (¡¡24
años!!) Sarah Jessica Parker (45 años), Meg Ryan (49 años), Cameron Diaz
(38 años), y Julia Roberts (43 años). Ninguna llega a los 50. Promedio
de edad de todas estas mujeres "caducadas": 41,1 años.
O sea, para resumir, pasados los
40, dejan de ser consideradas deseables, sexys y lindas, cuando sus
pares masculinos tienen 20 o 30 años más para dejar de serlo.
Pero supongo que siempre habrá
gente para decir que no tiene nada que ver con el sexismo, que es simple
cuestión de gustos o de dinero...
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