lunes, 19 de diciembre de 2011

ADIOS BIANCA O HASTA PRONTO


Querida Bianqui:

Hoy te digo las mismas gastadas palabras del adiós, esas que uno quisiera no decir nunca. Fuiste más que una amiga o compañera: diste dulzura a mis días y hoy mirando la casa vacía, sin rastros de tu presencia siempre cercana, me siento desolado y empecé a extrañarte. Ya no te veré más, aunque no pueda acostumbrarme a la idea.
Subirte al canto de las puertas, salir como tiro por la ventana, apoyarte en mi brazo siempre cansado, querer meterte dentro mío como si yo tuviera un interior que ofrecerte o un refugio donde protegerte, es apenas una síntesis apretada de tu maravilloso ser.
Tu inmenso amor por nosotros nos iluminó. Nunca nos abandonaste en muchos años que fueron muy pocos para mí.
Hoy iba  buscar no sé qué materiales filosóficos pero desistí, no tengo el ánimo.
Las personas tenemos esa particularidad, cuando nos inunda el sentimiento nos salen sólo palabras, poco si lo comparamos con lo sentido.
Por eso hoy quiero decirte adiós y prometerte que donde quiera que estés Cristina y yo jamás te olvidaremos.

Chau mi amor

1 comentario:

  1. Querido amigo, muy tocante la nota que publicaste relativa a tu querida Bianca (por coincidencia ese iba a ser el nombre de mi hijo, que por no querer saber de ultra son ni nada de eso en la epoca, ese era el nombre que habiamos elegido). Hace aprox. dos meses que un gato muy querido nos adoptó. Nunca habia tenido gatos, pero ese poco tiempo que estamos con él, nos está dando un gran escape para las afectividades.
    Un gran abrazo

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