jueves, 22 de diciembre de 2011

FIN DE AÑO 2011



 Sin dudas las fiestas son para muchos una ocasión de disfrutar y conectarse con la familia, a la que no siempre podemos ver tanto como nos gustaría. Los niños que tienen la posibilidad, son muy felices,  como lo fui yo al ver a toda mi gran familia reunida y, no menor eran los regalitos, muestra del afecto que nos tenían los “grandes” de la familia.
A poco de pensar en las fiestas nos enfrentamos a un panorama de crisis económica mundial que incluye desempleados, personas que han perdido incluso sus casas, manifestantes descontentos en todo el mundo que son portada de la revista Time, y zonas del mundo donde no hay fiestas porque impera el hambre.
Muchos padres de familia no pueden alimentar a sus hijos y bajaron de clase social. Es así.
Y sigo, con todos los servidores públicos: enfermeras, médicos, bomberos, telefonistas, guardias de urgencia de toda clase, transportistas y todas las personas para las que no hay fiestas porque cumplen con un servicio público muy necesario.
Aparece también en el panorama la evidente falta de seres queridos que nos acompañaron gran parte de la vida, problemas de divorcio, padres separados, familias enemistadas, rencores, celos, envidias. ¿Como negarlo?
Y esto hay que afrontarlo porque también existe aunque nos duela.

Decía Sigmund Freud que alcanzar la felicidad ‘duradera’ es una tarea casi imposible salvo esos ratos donde todo esta bien y soñamos con cosas mejores, el fulgor de un instante. Pero también decía que el hecho de que sea inalcanzable no impide que debamos buscar ser felices por todos los medios, sin perjudicar a terceros.

Así que sin considerar la posición que se ocupe, podemos hacer un poco más felices a nuestros seres queridos, que son lo más importante. Una sonrisa, una comunión temporal, una mirada cómplice, risas bien intencionadas, hacernos presentes antes los nuestros. Sólo eso esperan quienes nos quieren bien. Seas el que tu seas cuida tus frutos.

No es preciso hacer regalos costosos, impresionar a nuestros hijos o mandarnos la parte mediante una buena cena y fiesta.

Quien le quiere bien, amigo, se conformará con lo que usted pueda dar, un gesto, una actitud, un poco de ese cariño será para su ser querido todo lo que necesita para ser feliz.

No soy hipócrita. Sé que rodeados por la incertidumbre y una mala situación económica, sin lo elemental y sin empleo o tras una fuerte caída, no es tan sencillo ni tan fácil como escribirlo. Pero debemos intentarlo porque nadie se preocupará por nosotros y nuestros seres amados si no lo hacemos nosotros mismos por ellos.

Tregua a preocupaciones por unos días. El 2012 traerá todo lo demás.

FELICES FIESTAS AMIGOS Y BUEN 2012 !        

1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo contigo en querernos y ayudarnos en todas las épocas difíciles.
    ¡Que en estas Fiestas renazca el amor y la luz de la esperanza! ... Y que la esperanza se transforme en maravillosa realidad. ¡Felices Fiestas!

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