¡Avanti!
Para Don Félix J. Tettamanti
Si te postran diez veces te levantas
Otras diez, otras cien, otras quinientas…
No han de ser tus caídas tan violentas
Ni tampoco, por ley, han de ser tantas.
Con el hambre genial con que las plantas
Asimilan el humus avarientas,
Deglutiendo el rencor de las afrentas
Se formaron los santos y las santas.
Obsesión casi asnal, para ser fuerte,
Nada más necesita la criatura,
Y en cualquier infeliz se me figura
Que se rompen las garras de la suerte…
¡Todos los incurables tienen cura
Cinco segundos antes de la muerte!
¡Piú avanti!
No te des por vencido, ni aun vencido,
No te sientas esclavo, ni aun esclavo;
Trémulo de pavor, piénsate bravo,
Y arremete feroz, ya mal herido.
Ten el tesón del clavo enmohecido,
Que ya viejo y ruin vuelve a ser clavo;
No la cobarde intrepidez del pavo
Que amaina su plumaje al primer ruido.
Procede como Dios que nunca llora,
O como Lucifer, que nunca reza,
O como el robledal, cuya grandeza
Necesita del agua y no la implora…
¡Que muerda y vocifere vengadora,
Ya rodando en el polvo tu cabeza!
¡Molto piú avanti!
Los que vierten sus lágrimas amantes
Sobre las penas que no son sus penas;
Los que olvidan el son de sus cadenas,
Para limar las de los otros antes;
Los que van por el mundo delirantes,
Repartiendo su amor a manos llenas,
Caen, bajo el peso de sus obras buenas
Sucios, enfermos, trágicos…, ¡sobrantes!
¡Ah! ¡Nunca quieras remediar entuertos! ¡
Nunca sigas impulsos compasivos!
¡Ten los garfios del odio siempre activos,
Y los ojos del Juez siempre despiertos!…
¡Y al echarte en la caja de los muertos,
Menosprecia los llantos de los vivos!
¡Molto piú avanti ancora!
El mundo miserable es un estrado
Donde todo es estólido y fingido,
Donde cada anfitrión guarda escondido
Su verdadero ser, tras el tocado.
No digas tu verdad ni al más amado;
No demuestres temor ni al más temido;
No creas que jamás te hayan querido
Por más besos de amor que te hayan dado.
Mira cómo la nieve se deslíe
Sin que apostrofe al sol su labio yerto,
Cómo ansía las nubes el desierto
Sin que a ninguno su ansiedad confíe…
¡Trema como el Infierno; pero ríe!
¡Vive la vida plena, pero muerto!
Pedro Bonifacio Palacios, maestro y poeta argentino, fundador de muchas escuelas rurales, que financiaba él mismo.
yo no me doy por vencida, aprendí esa poesía de chiquita, una parte solamente, GRACIAS ALMAFUERTE!, no sabía nada de vos, ahora estoy preguntándome quién fuiste, pero tu palabra, fragmentada y parcial siempre me ha alentado. Almafuerte sigues gritando Piu avanti! desde la muerte
ResponderBorrar¡Piú avanti! es la mejor leccion para encarar los obstáculos que nos presenta la vida. Siempre me sivió.
ResponderBorrarFelicitaciones ALMAFUERTE