Había pensado titular
este escrito “Una que sepamos todos” aludiendo a que los escritos en redes son algo que experimentamos todos en algún momento.
En el suceder de la
vida nos enfrentamos con diversos “golpes” que nos desestabilizan y provocan
una crisis mayor o menor, según la fuerza del impacto y nuestra estructura.
La crisis puede
definirse como una ruptura del equilibrio anterior o vida ‘normal’ por un
evento único o una serie de eventos que después de impactarnos nos
desestabilizan y llenan de ansiedad y tristeza que pueden preparar el camino para la enfermedad.
Llamamos a los Cambios Evolutivos
de nuestras vidas, Crisis:
pubertad, adolescencia, sexo,
casamiento, embarazo, nacimiento de hijos, menopausia, mediana edad, vejez, edad avanzada etc.
Hay otras Crisis Psicosociales
como la paternidad, el desempleo, la insatisfacción laboral, “nido vacío”,
soledad, exclusión, jubilación y problemas socioeconómicos por citar algunos.
Estos “golpes” de la
vida pueden complicarse si el afectado no encuentra la solución creativa para
resolverlos y cuando no los resuelve puede sentirse más tenso, ansioso y/o triste.
Si el estímulo estresante persiste más de algunas semanas puede causar
problemas somáticos (enfermedades), regresiones o enfermedad mental, entre
otras posibles.
Habitualmente,
identificar el problema que se enfrenta, buscar soluciones y pedir ayuda
devuelve al sujeto a su estado de equilibrio habitual que suele ser mejor que
el estado anterior a las crisis:
“Lo que no mata, fortalece”.
“Lo que no mata, fortalece”.
En esta búsqueda para
restaurar el equilibrio son de gran importancia los estilos de vida saludables
y las redes de sostén social conformadas por conocidos, amigos, familiares, médicos,
psicoterapeutas o sacerdotes, o cualquier persona que resulte significativa.
Hablar con alguien de
confianza sobre los problemas que nos afectan suele dar buenos resultados por
el continente y la escucha. En realidad cualquier red humana (clubes,
parroquias, gimnasios y otras instituciones similares) nos permiten reinsertarnos y volver
a nuestras vidas.
El cambio de
costumbres ocurrido en los últimos 35 años ha resaltado las redes
electrónicas como forma de comunicación humana, especialmente en los últimos 10 años.
Las relaciones virtuales de Twitter y Facebook han servido en algunos casos como redes de contención social y también lo opuesto: han separado a la gente de los vínculos reales: Esto depende de la historia y disposición del sujeto.
Es notable también el crecimiento de las psicoterapias online y del chateo amistoso. Las personas que sufren de enfermedades discapacitantes, de fobias –particularmente de agorafobia- o quienes viven en el extranjero se benefician ampliamente a través de las redes sociales y las terapias Online.
Las relaciones virtuales de Twitter y Facebook han servido en algunos casos como redes de contención social y también lo opuesto: han separado a la gente de los vínculos reales: Esto depende de la historia y disposición del sujeto.
Es notable también el crecimiento de las psicoterapias online y del chateo amistoso. Las personas que sufren de enfermedades discapacitantes, de fobias –particularmente de agorafobia- o quienes viven en el extranjero se benefician ampliamente a través de las redes sociales y las terapias Online.
Aclaro que las
relaciones virtuales son diferentes y de menor calidad que las reales tal como es
distinto el sexo virtual del real.
Somos seres gregarios
y cuando los estilos de producción nos separan físicamente recurrimos a la
tecnología para comunicarnos, fenómeno totalmente nuevo en la historia humana:
lo virtual como sustituto del real Faltante.
Sin llegar a extremos
mucha gente combina las dos formas de comunicación para acercarse a los demás: cuestión
inteligente si se la piensa bien.
No podemos volver a
las cartas de varias hojas que se escribían hace medio siglo para demostrar nuestros sentimientos y problemas
como lo hicieron nuestros abuelos y padres pero nunca perderemos ese deseo de que
los otros atestigüen nuestras vidas.
Ese es el motor de todas las redes sociales existentes.
Los peligros de la conexión virtual tienen que ver con la superficialidad y la monotonía que pueden volverse costumbre.
Para muchos las redes son fuente de aburrimiento y falta de creatividad a lo que se puede agregar que en las relaciones virtuales las personas pueden "Unfolllow" (borrarse) sin explicación alguna.
De todas formas hasta un gesto inofensivo como saludarse, sin compromiso, tiene más valor que la ausencia total de intercambios.
Ese es el motor de todas las redes sociales existentes.
Los peligros de la conexión virtual tienen que ver con la superficialidad y la monotonía que pueden volverse costumbre.
Para muchos las redes son fuente de aburrimiento y falta de creatividad a lo que se puede agregar que en las relaciones virtuales las personas pueden "Unfolllow" (borrarse) sin explicación alguna.
De todas formas hasta un gesto inofensivo como saludarse, sin compromiso, tiene más valor que la ausencia total de intercambios.
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