Los
que realizan estudios y los clínicos no se ponen de acuerdo sobre la veracidad
de la famosa adicción al sexo ya que no es considerada hoy una adicción sino
diferentes disposiciones sexuales.
Se
habla de una adicción al sexo pero la última edición del DSM V –Manual
estadounidense diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales no lo incluye como patología. Aunque incluye a la “Hipersexualidad”
(THS)
Esto
no es nuevo, solo que antes se lo conocía como Ninfomanía en las mujeres y
Satiriasis en los hombres.
El DSM-5 propone el Trastorno Hipersexual (THS)
como nuevo diagnóstico, caracterizado por aumento en la frecuencia, intensidad
de fantasías, excitación, impulsos y conductas sexuales no parafílicas,
asociadas con impulsividad, que provocan malestar significativo, deterioro
social u ocupacional. Presenta alta prevalencia en varones y elevada
comorbilidad en el Eje I.
Según diversas
fuentes del Internet consultadas estas personas se caracterizan por frecuentar
prostitutas, sexo virtual, masturbarse compulsivamente, pasar largo tiempo mirando
películas porno, realizar “turismo sexual”, mantener relaciones sexuales con
desconocidos, seducir a miembros políticos de su propia familia, y buscar
muchas parejas sexuales pero a costa de sufrir y sin lograr satisfacerse. Este
cuadro iría acompañado de sentimientos de malestar y de culpa. Se
piensa que esta insatisfacción es la que alienta la elevada frecuencia de
estimulación sexual, así como síntomas psicológicos y psiquiátricos adicionales.
Algunos famosos han reconocido tener “adicción al sexo”: Rob
Lowe, Bill Murray, Michael Douglas, Charlie Sheen, Tiger Woods, Lindsay Lohan,
Sharon Stone, Hugh Grant y George Michael, entre muchos otros. En realidad, no
es una enfermedad de moda sólo que ahora se conoce más sobre sus síntomas y el
sufrimiento que conlleva. Se afirma en forma anecdótica –ya que no puede
demostrarse- que Mesalina, Cleopatra, Catalina la Grande, Vivian Leigh, Mata
Hari, Isadora Duncan y otras eran ninfómanas aunque el primer reconocimiento
médico de esta condición se realizó en 1841. El tratamiento del Siglo XIX era
el de las duchas frías y hielo en las partes genitales.
Se sabe muy poco sobre estas condiciones y en la Psicología y
el Psicoanálisis de nuestro país el DSM IV y el V son considerados una clasificación
reduccionista y de no ser por el malestar y el serio deterioro social y laboral
la hipersexualidad no podría considerarse como un síndrome importante.
La hipersexualidad como la considera el DSM V es un desorden
raro. Hasta se han propuesto pruebas (test) para comprobar en qué casos la
sexualidad es una patología como la que muestro a continuación, ejemplo tomado
de una revista científica y al solo efecto de ilustrar mejor este artículo, sin
ninguna finalidad que ampliar los conceptos ya que no arroja resultados válidos.
(TEST DE DETECCIÓN DE ADICCIÓN SEXUAL)
1. ¿Fue
abusado de niño o adolescente?
2. ¿Se
suscribió o compró regularmente revistas sexualmente explícitas como
“Playboy” o “Penthouse”?
3. ¿Siente
que su comportamiento sexual no es normal?
4. ¿Se
siente a menudo preocupado por sus pensamientos sexuales?
5. ¿Tuvieron
sus padres problemas con su propio comportamiento sexual?
6. ¿Alguna
vez su esposo/a, parejas u otras personas íntimas se preocuparon o se
quejaron por su comportamiento sexual?
7. ¿Tiene
problemas para detener su comportamiento sexual cuando considera que es
inapropiado?
8. ¿Alguna
vez se siente mal por tu comportamiento sexual?
9. ¿Alguna
vez su comportamiento sexual le ha creado problemas a Ud. O su familia?
10. ¿Alguna
vez buscó ayuda por comportamientos sexuales que no le gustaron?
11. ¿Alguna
vez le preocupó que alguien pudiese descubrir su comportamiento sexual?
12. ¿Hirió
emocionalmente a alguien a causa de su comportamiento sexual?
13. ¿Están
algunas de sus actividades sexuales en contra de la ley?
14. ¿Se
ha hecho promesas a Ud. mismo de abandonar algún aspecto de su comportamiento
sexual?
15. ¿Hizo
esfuerzos por eliminar algún tipo de actividad sexual y fracasó?
16. ¿Esconde algo de su comportamiento sexual a
otros?
17. ¿ Intentó detener algún comportamiento
sexual?
18. ¿Alguna
vez se sintió degradado por su comportamiento sexual?
19. ¿Ha
sido el sexo un escape de sus problemas?
20. ¿Se
siente deprimido después de tener relaciones sexuales?
21. ¿Ha
sentido la necesidad de discontinuar una cierta forma de actividad sexual?
22. ¿Ha
interferido su actividad sexual con su vida familiar?
23. ¿Ha
tenido encuentros sexuales con menores?
24. ¿Te
sentís controlado por su deseo sexual?
25. ¿Pensó
alguna vez que su deseo sexual es más fuerte que Ud. Mismo?
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