TU ERES TU Y YO SOY YO.
Yo soy Yo.
Tú eres Tú.
Yo no estoy en este mundo para cumplir tus expectativas
Tú no estás en este mundo para cumplir las mías.
Tú eres Tú.
Yo soy Yo.
Si en algún momento o en algún punto nos encontramos
Será maravilloso
Si no, no tiene remedio.
Tú eres Tú.
Yo no estoy en este mundo para cumplir tus expectativas
Tú no estás en este mundo para cumplir las mías.
Tú eres Tú.
Yo soy Yo.
Si en algún momento o en algún punto nos encontramos
Será maravilloso
Si no, no tiene remedio.
Fritz Perls
LAS CINCO LIBERTADES.
La libertad de ver y oír lo que
hay,
en lugar de esperar lo que debería ser, lo que era, o lo que será.
La libertad de decir lo que siento y pienso,
en lugar de decir lo que pienso que debería decir.
La libertad de sentir lo que siento,
en lugar de sentir lo que creo que debería sentir.
La libertad de pedir lo que quiero,
en lugar de esperar el consentimiento ajeno.
La libertad de correr mis propios riesgos
en lugar de conformarme con la seguridad.
en lugar de esperar lo que debería ser, lo que era, o lo que será.
La libertad de decir lo que siento y pienso,
en lugar de decir lo que pienso que debería decir.
La libertad de sentir lo que siento,
en lugar de sentir lo que creo que debería sentir.
La libertad de pedir lo que quiero,
en lugar de esperar el consentimiento ajeno.
La libertad de correr mis propios riesgos
en lugar de conformarme con la seguridad.
Virginia Satir
EMBRIÁGUENSE.
Hay que estar ebrio siempre. Todo
reside en eso: ésta es la única cuestión. Para no sentir el horrible peso del
Tiempo que nos rompe las espaldas y nos hace inclinar hacia la tierra, hay que
embriagarse sin descanso.
Pero, ¿de qué? De vino, de poesía o de virtud, como mejor les parezca. Pero embriáguense.
Y si a veces, sobre las gradas de un palacio, sobre la verde hierba de una zanja, en la soledad huraña de su cuarto, la ebriedad ya atenuada o desaparecida ustedes se despiertan pregunten al viento, a la ola, a la estrella, al pájaro, al reloj, a todo lo que huye, a todo lo que gime, a todo lo que rueda, a todo lo que canta, a todo lo que habla, pregúntenle qué hora es; y el viento, la ola, la estrella, el pájaro, el reloj, contestarán:
Pero, ¿de qué? De vino, de poesía o de virtud, como mejor les parezca. Pero embriáguense.
Y si a veces, sobre las gradas de un palacio, sobre la verde hierba de una zanja, en la soledad huraña de su cuarto, la ebriedad ya atenuada o desaparecida ustedes se despiertan pregunten al viento, a la ola, a la estrella, al pájaro, al reloj, a todo lo que huye, a todo lo que gime, a todo lo que rueda, a todo lo que canta, a todo lo que habla, pregúntenle qué hora es; y el viento, la ola, la estrella, el pájaro, el reloj, contestarán:
“¡Es hora de embriagarse!"
Para no ser los esclavos martirizados del Tiempo,
¡embriáguense, embriáguense sin cesar!
De vino, de poesía o de virtud, como mejor les parezca.
Charles Baudelaire
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