viernes, 5 de septiembre de 2008

CUANDO EL REMEDIO ES PEOR…



En EE. UU. se considera que en el año 2000 se produjeron 225.000 muertes provocadas por efectos iatrogénicos.

12.000 debidos a cirugía no necesaria.
7.000 errores de medicación en los hospitales
20.000 otros errores en los hospitales
80.000 infecciones en los hospitales (infecciones intrahospitalarias)
106.000 DEBIDAS NO A UN ERROR, SINO AL EFECTO PERNICIOSO DE LOS MEDICAMENTOS.
Basándonos en estos cálculos, la iatrogenia sería la tercera causa de muerte en EE. UU. después de las afecciones cardíacas y las enfermedades cerebrovasculares.

(Is US health really the best in the world? Dra. Barbara Starfield, de la Johns Hopkins School of Hygiene and Public Health (Escuela de Higiene y Salud Pública de la Universidad Johns Hopkins), Journal of the American Medical Association vol.284/ issue 4/pages 483-4/ , julio de 2000).

Los médicos suelen producir “alta presión” y muchas veces una persona completamente sana termina medicada contra la presión arterial, aunque sucesivas tomas de la presión en una farmacia demuestren lo contrario. Dado que no encuentran las causas de la hipertensión de esa persona, dicen que es “idiopática”, que es una forma elegante de decir al paciente que no tiene ni idea. Que no sabe.

Muchas personas aprenden a ser “drogadictos exitosos” gracias a la televisión que nos explica obra y milagros de las drogas, para que justamente, las evitemos. Explicando cómo funcionan, nos enseñan a drogarnos mejor.

Todos conocemos a personas que siempre están “enfermas” de algo diferente, graves, incurables, siempre se están muriendo. ¿Cómo ignorarlo?. Pero con el correr de los años, terminan enterrando a todos sus parientes. Horroroso, pero cierto.

Una persona que sufre de varias enfermedades crónicas, como diabetes, colesterol elevado, hipertensión y neurastenia, toma en consecuencia cinco remedios sabiamente prescriptos por su médico. Su cambio es espectacular y visible: ahora manifiesta otros diez síntomas nuevos e indescifrables. Poli-medicación es su nombre.

Muchas personas enferman de las piernas, por seguir el difundido consejo “universal y saludable” de que hay que caminar y moverse más, sin averiguar primero sobre el estado de su aparato locomotor o de su salud en general.

“Convertir problemas y contingencias comunes de la vida, como el envejecimiento, la timidez, la menopausia, la tristeza o la soledad, en “enfermedades” que pueden tratarse con fármacos es una de las argucias utilizadas para vender mejor ciertos productos. Además, algunas dolencias leves se hacen pasar por graves, se inflan las estadísticas de prevalencia (número de casos), se convierte un factor de riesgo en una enfermedad… Y todo ello, a menudo, de forma combinada, con el apoyo de médicos, líderes de opinión y la utilización de los medios de comunicación, en campañas dirigidas tanto a médicos como a consumidores.”
Esto es lo que resumen el periodista Ray Moynihan y el farmacólogo David Henry, ambos de la Universidad de Newcastle (Australia), en un número de la revista PLoS Medicine, que incluye una serie de trabajos sobre "Disease Mongering".

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