viernes, 26 de noviembre de 2010

EL TIEMPO TUYO


EL TIEMPO TUYO
Y propongo que este fin de semana sea tu tiempo tuyo, ese que no se vende ni tiene precio, el que te fue asignado como ser libre, como tiene que ser y sin cadenas, un día de descanso. De hacer nada. De nada.

Y recuerdo que antes escribí, y lo repito:
Despierto y no pasa nada. Todo está en calma.
Me quedo un largo rato quieto, miró despacio mi imagen en el espejo y me gusta mi reflejo.

No recuerdo si soy hombre o mujer, flaco o gordo, joven o viejo, pobre o rico, lindo o feo, alto o cortito, mis músculos duermen todavía...No sé donde estoy o si tengo dinero, si estoy o no enamorado... peor, ¡no me interesa!
Mi mujer se despereza.Y mi entero ser bosteza.

Lo único que en verdad me importa... digamos, es que es fin se semana, quieto, sin dictadorzuelos, sin jefes napoleónicos, sin apuros, sin humos, sin ruidos, sin gente con ganas de mecerse, mientras mi cuerpo goza de poseerse...

Floto, reposo, hago la plancha, estoy dentro de alguna nube, estoy calmo... como esos veranos cuando el sol me baña cálido, reposo sin salmo.Anclado en la cama, miro a la ventana, solo un anciano que se rasca la cabeza y una niña que pasa en bicicleta.

Sol, verde, alguna que otra nube y un grito lejano de alguno canta un gol.

No logro comprender de qué sirve poseer... tener por tener. Hipotecar la vida.

Quisiera que el mundo compartiera "esto".

Me acuerdo que intenté decirlo de otra forma... de mil formas, loco, la ciudad te devora y te trastorna, los trabajos te enloquecen.

Dije y repito:Las palabras no son las cosas. Pero basta que un marido le diga a su mujer "te voy a dejar por otra más joven" para que ésta se sienta dejada, abandonada, no amada.

Las metáforas logran que nuestra forma de hablar sea de lo más curiosa. "Voy volando","Te esperaré en el cielo", "En un segundo te atiendo", "Lo termino en menos que canta un gallo", "Es una noche negra", "Eres un infierno de mujer".

Palabras.

Amo el poder de la superlativa simplificación. Así un amigo, interrogado por su viaje a las ruinas de Grecia y Pompeya, contestó "está todo roto".

Amo ese viejo cuento Zen en que el discípulo pregunta al Maestro "¿Por qué existe el invierno, el infierno, la pobreza, el sufrimiento, la enfermedad, la tristeza, todo lo que es malo?... a lo que el Maestro respondió "Mi perro te contestará".
El discípulo sorprendido dijo "no entiendo". El maestro ciego, mientras acariciaba la cabeza del perro pronunció "¡Yo tampoco!".

Simple. Como cuando Humpty Dumpty le contesta a la confundida Alicia "Las palabras quieren decir lo que yo quiero, porque aquí se trata de ¡quien es el amo y se terminó!".

Simple. Es el fin de semana y no lleno el post de atiborrados y ansiosos pensamientos in-ge-nio-sos. No. Hoy no soy máquina.

Después de la flor y el amor, me voy a tomar sol y a dormir la siesta. Simple como un círculo.

El mar de palabras nos hace perder la estructura de las cosas, su esencia.Recuerdo levemente los aterradores ruidos de esta ciudad, la prisa, los nervios, falta de piedad, lo inhumano.

¡Chau por hoy!

Andate a caminar, goza del sol o encará finalmente a esa mujer que está buena, o mirá la televisión, o el partido.

No es una película ni un libro, es TU vida.

"Por cuatro días locos que vamos a vivir, por cuatro días locos te tenés que divertir"

Digo: ¡SE ESTÁ BIEN ASÍ!... bien lejos del mundanal frenesí o del fraile carmesí.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Veremos

CUENTITO



Hay una historia de un viejo granjero que habí­a trabajado sus cosechas por muchos años. Un día su único caballo se fugó.


Al oi­r las noticias, sus vecinos lo vinieron a visitar.
¡Qué mala suerte! le dijeron congraciándose con él.

¡Ya veremos!, contestó el granjero.

A la mañana siguiente, el caballo regresó, trayendo otros tres caballos salvajes con él.
¡Qué maravilloso!, exclamaron los vecinos.

¡Ya veremos!, contestó el viejo hombre.

Al día siguiente, su hijo intentó montar uno de los caballos sin domar, Éste lo tiró por tierra, y se rompió la pierna.
Los vecinos vinieron otra vez a ofrecer sus condolencias en su infortunio.

¡Ya veremos!, contestó el granjero.

Al dí­a después, funcionarios militares vinieron a la aldea a reclutar hombres jóvenes para la guerra. Viendo que la pierna del hijo estaba rota, lo pasaron por alto.
Los vecinos felicitaron a granjero por la forma en la que las cosas se habían dado vuelta.

¡Ya veremos!, dijo el granjero.

viernes, 19 de noviembre de 2010

MALESTAR HOY

MALESTAR HOY


Uno tendería a creer que alguna gente de esta época se ha vuelto un tanto desalmada si se la compara con la de épocas anteriores; es sabido que desde hace unos 40 años la cultura individualista y la economía neoliberal han causado relaciones sociales a las que se ha dado diferentes nombres y explicaciones en relación al malestar cultural:  culturas líquidas, caída del lazo social según Vivian Forrester en su libro “El Horror Económico”, cultura light o posmoderna, muerte (simbolica) de la Ley del padre, disgregación social, discurso capitalista, cuestión de jergas.
El dinero por encima de todo, alto consumismo, tener más que ser, ausencia de reuniones, desconfianza hacia el prójimo, apuros enfermizos, muchedumbres enloquecidas en ciudades, familias desintegradas o monoparentales o ensambladas, aumento de la pobreza y exclusión causadas por crisis económicas, difusión amplia de las drogas caras y baratas, marcado quiebre generacional, café vacíos, clubes barriales desaparecidos, divorcios por montones, desprecio por los mayores, exclusión de los diferentes de cualquier clase, xenofobia, viejismo, relaciones de uso y consumo, hijos que no ven a sus padres, amigos que no aparecen nunca, vecinos que apenas se conocen, cuando se conocen.
 

Es probable que la gente tenga un poco de responsabilidad por este gran desatino humano, un poco.
 

Pero el sistema socioeconómico también está determinando que esto sea así.
Las condiciones están dadas para que los más vulnerables desaparezcan.
 

Lo que me asombra es que se haya “naturalizado”, porque todos parecen verlo como algo muy normal, "moderno"
 

Generaciones anteriores tal vez, no lo hubieran tomado con tanta serenidad. En verdad no lo hicieron y lucharon contra ello.
 

Como dice en forma cómica la revista Barcelona –El mundo está por terminarse pero a nadie parece importarle.
 

¿Estoy exagerando? … ¡seguramente!.
 

Todo bien ¿bien no?

viernes, 12 de noviembre de 2010

HEY JUDE! LET IT BE!



Creo que unos cuantos deberán revisar sus conceptos sobre lo que significa ser joven, su encubierto desprecio por los adultos mayores, ese "viejismo" tan demodé hoy en día. Tan pasado y "viejo".


En mi caso no era aún adolescente cuando escuché a los Beatles por primera vez (1961-1962) en su interpretación "Love me Do". Y hoy veo por televisión a tres generaciones de argentinos emocionados ante Paul McCartney, de 68 años, que es por lejos el cantante más importante de las últimas décadas (unos 45 años).


Quiero que vuelvan a contarme ese cuentito de la sociedad orientada a lo joven y adolescente.


Quiero que me expliquen otra vez por qué son "viejos" Paul McCartney, Joan Manuel Serrat, Joaquín Sabina, Caetano Veloso, María Betania, Federico Lupi, Alfredo Alcón, Graciela Borges, Carlos Gasalla, Graciela Borges, Clint Eastwood, Morgan Freeman, Madonna, Mick Jaegger, Osvaldo Bayer, Elton John, Phil Collins, Rogers Waters, Charly García, El "flaco" Spinetta, Víctor Heredia, Leon Gieco, o cuando fueron viejos Sigmund Freud, Albert Einstein, Jean Paul Sartre, Frank Sinatra, Jorge Luis Borges, Juan Pablo II, Nelson Mandela, Mario Benedetti, Juan Gelman, Pablo Neruda y tantos otros, que omito.


HEY JUDE HEY JUDE,

DON´T MAKE IT BAD TAKE A SAD SONG AND MAKE IT BETTER REMEMBER TO LET HER UNDER YOUR SKIN THEN YOU CAN BEGIN TO MAKE IT BETTER BETTER, BETTER, BETTER, BETTER, BETTER, OH NA, NA NA NA NA NA NA NA NA NA NA, HEY JUDE NA, NA NA NA NA NA NA NA NA NA NA, HEY JUDE NA, NA NA NA NA NA NA NA NA NA NA, HEY JUDE.


lunes, 2 de agosto de 2010

CANSADOS DE MURPHY-TODO PARA ATRAS


CANSADOS DE MURPHY

No puede ganar. No puede empatar. Ni siquiera puede abandonar el juego.
No se engañe. Ud está tan cansado como yo de las olas polares, olas de calor, faltas de dinero, desocupación, recesiones que se instalan durante años, crisis ambiental y financiera, resfríos y fiebre, todo lo que puede salir mal, sale mal.
Y tampoco lo engañaré diciendo que esto pasará. La verdad es que dentro de 50 o 100 años a todos les importará muy poco lo que hoy sufrimos y miles de generaciones previas experimentaron lo mismo.

Así que mi sabia conclusión Hoy es:

Sonría, ¡mañana será peor!

viernes, 21 de mayo de 2010

TODOS LOSERS, VIEJISMO Y FEISMO



VIEJISMO Y FEISMO
(¡QUE HORROR!)
Aunque no ocurre en todo el mundo, en Argentina por lo menos fuera de los mayores de 65 años ya no se sabe quién es viejo y quién no lo es.
El ejemplo es el de personas que pasadas los 35 o 40 años ya no son aptos para trabajar. Lo dicen bien claro los avisos de trabajo: “menos de 35 años” además de pedirte 10 años de experiencia.
Parece que fuera una sociedad fabricada para personas entre 18-37 años y no hablemos de la belleza, los feos no consiguen trabajos – al público por lo menos.
Pero hay un imaginario social de que las personas que no cumplen los mandatos culturales no tienen éxito.
Por eso los mayores usan cirugías plásticas de todos los tipos, toman vitaminas, sexo drogas y otras sustancias no tan inocuas, o se comportan a los 50 años como si tuvieran 25 (caso Ceratti) y se vive la pérdida de la juventud y la belleza como una gran tragedia.
Gran responsabilidad en esto la tienen los medios de comunicación que fomentan esta “cultura adolescente”, casi. Una de mis amigas dice que la gente vive ahora “al palo” y se refiere al vivir excitado, ‘arriba’, deseoso, apurado.
¡Inhumano!
Y todo esto no tendría importancia si todos entendieran la diferencia entre las películas y la televisión y la vida real. Las películas y la televisión son productos comerciales, para vender sin que el comprador pueda pensar.

Es que parecen dos mundos opuestos. El mundo real es muy distinto de la pantalla.

La gente que atesta las ciudades, incluyendo las norteamericanas (donde hay muchos gordos), no se ve reflejada en los medios de comunicación y las películas de Hollywood son el máximo ejemplo de ello, esas mujeres sublimes, bellas caras y cuerpos que dejan sin respiración. Hay mujeres muy bonitas fuera de los medios, pero no son mayoría.

La pubertad, la inmediatez (¡Lo quiero todo Ya!), la velocidad inhumana, la “perfección” en todos los sentidos, los ideales de belleza escuálida (flaca tipo campo de concentración), los pechos y nalgas ‘globos’, hacer el dinero fácil y rápido, esos son los nuevos valores de nuestra sociedad. Lo superficial, lo banal.

Esto sólo perjudica a quienes ‘se lo compran’, lástima por ellos.

jueves, 6 de mayo de 2010

Contra el Estrés




Escribir sobre las cosas que nos pasan o que imaginamos, hacer relatos con personas reales o ficticias, crear o retratar “personajes” nos permite contactar con nuestros sentimientos y ponerlos totalmente en juego. No hay que preocuparse por escribir bien ni por tener lectores, la literatura es lo de menos, aunque los sentimientos lo más importante. Tanto es así que una corriente psicológica argentina instituyó el “cuento terapéutico”. Creado e impulsada por Mónica Bruder, autora del libro El cuento y los afectos (ED. Galerna), afirma que "el cuento es una metáfora que mediante un lenguaje simbólico permite conectarnos con lo más íntimo de nosotros".
Participar en foros, chateos, o utilizar el Internet –ahora es Facebook o Twitter- para lograr contactos humanos puede sernos resultarnos sencillo cuando estos son escasos. Esta forma no tendrá la calidad de los contactos cara-a-cara con los demás, amores, familia, amigos o la gente que conocemos por la calle o haciendo las compras, no se podrá nunca comparar con el hecho de conocer bien a los vecinos del barrio, pero puede resultar como última posibilidad, cuando todo lo demás ha fallado. Pero cuidado, hay mucho “pirata” dando vueltas por el Internet, lo que traducido significa no pague nada, no entregue sus datos personales.
Según muchos, jugar con los hijos pequeños o con mascotas les permite disfrutar mucho.
También el coqueteo y la valorización de la pareja –todo empieza con “el masaje”- suele producirles fuertes sentimientos placenteros.
El buen humor, los chistes adecuados y poder reírse un poco de uno mismo también ayudan a sentirse mejor. A veces también puede ayudar el humorismo de la radio u otros medios de difusión si a la persona en particular le gustan, lo hacen sentir bien o logran relajarlo.
La base de cualquier esfuerzo para combatir el estrés suele ser la concentración, porque si estamos muy ocupados haciendo algo concreto con las manos, o con la mente, es más difícil que nos abrume la angustia. Tal vez esa sea la base del escribir para sentirnos mejor. Quizás también ese sea el sentido del uso de los “distractores” o cualquier objeto o persona que nos distraiga un poco de las situaciones difíciles que tenemos que enfrentar en la vida. Los estudiantes universitarios hace mucho tiempo que saben eso, que ponen en práctica cuando tienen que rendir un examen y mientras esperan para pasar a la temida mesa “juguetean” con una pequeña moneda entre los dedos, la hacen girar, la dan vuelta, la amasan. Con eso logran un nivel de distracción mínimo que les permite mantener el valor frente a lo que tendrán que enfrentar en pocos minutos. Saben de sobra que obsesionarse con una idea o cosa como estudiar, ¡no sirve!.

viernes, 23 de abril de 2010

GRANDES EXPECTATIVAS



GRANDES EXPECTATIVAS

La mayoría de nosotros vivimos esperando un “golpe de suerte”, algo maravilloso en lo que ciframos nuestra dicha, como ganarse la lotería o ser amado de modo perfecto, la mujer ideal, el trabajo soñado, ha “herencia” desconocida que vendría de algún sitio lejano.
Queremos encontrar un “sitio” ideal un refugio contra el sufrimiento para alcanzar la dicha plena.
Como si siempre nos faltara algo para la completitud.
Tal vez si dejamos de comportarnos como los protagonistas de alguna irreal película de Hollywood veríamos todo más claro.
El parecido es la vida real con una película es el mismo que hay entre Brad Pitt y el resto de nosotros. O Angelina Jolie y usted.
Cuando elevamos nuestras expectativas corremos serio riesgo de frustrarnos, porque lo Ideal es enemigo de lo bueno.
Y quizás estaría bien mirar mejor alrededor nuestro porque nos podemos llevar una sorpresa. Quizás estamos rodeados como lo merecemos pero no nos damos cuenta.
Entre la multitud de conocidos y amigos a medias, entre las personas que nos sirven el café, la peluquera, el odioso jefe, los aburridos compañeros, la-misma-gente-de-siempre puede haber alguien interesante y destacable, pero si no nos detenemos a habitar con ellos –de quienes somos otro más- nunca los conoceremos en verdad.
No digo “idealizar” a quienes nos rodean, digo sólo prestar un poco más de atención, reconocerlos como pares.
Puede que nos sorprenda.

jueves, 8 de abril de 2010

EL MAL Y OTRAS YERBAS



El joven discípulo se acerca al Maestro casi agitado y le arroja la pregunta sin titubeos “Maestro venerado, ¿por qué existe el mal y la oscuridad, las enfermedades, la vejez y la decadencia, las desgracias y las traiciones?.
El Maestro escueto replica: “Mi bastón te contestará Saltamontes”.
“¡No entiendo!” dice el aspirante mirando con fijeza al bastón.
“¡Yo tampoco!” concluye el Maestro.

Parece sólo un juego de palabras, pero lo que saben con claridad los programas de mayor éxito de la televisión es lo que el público busca en ellos. Los temas que distraen, amables, simpáticos, que nos permitan olvidar. Por algo se llama industria del entretenimiento al cine en Estados Unidos, ¡pochocho! (o popcorn).

El éxito de la serie House en todo el mundo refleja alguien que todos deseamos -uno que se las sepa todas.

Cuando Irak atacó con misiles Scud a Israel en la década de 1990, las autoridades israelíes aconsejaron a la población que miraran películas de acción y guerra. Es una forma de “naturalizar” lo que de otra manera sería insoportable.

Estas reflexiones las causó un post del 2008 de admirable optimismo hacia la vida y repleto de valientes comentarios sobre la inminente crisis que se avecinaba en España, de la cual no sabían nada en diciembre del 2008.

Hay muchos modos de afrontar los temas difíciles, pero aunque algunas técnicas alivien nuestra natural ansiedad y nos ayuden a seguir pese a todo, no curan el histórico sufrimiento que es parte de la condición humana.

Las Buenas Noticias son que en este aspecto: ricos, pobres, gordos, flacos, feos, bellas, altos y bajos, sajones o latinos, sanos y enfermos, estamos todos iguales, sin saber qué pasa y sentados arriba de una calabaza.

miércoles, 24 de febrero de 2010

CAIDALIBRE


Nuevo libro de Premio Nóbel de Economía Joseph Stiglitz (2001)

Mi libro, Caídalibre, está centrado, sin embargo, no en los que quebraron la ley, sino en las legiones de los que, dentro de la ley, habían originado, empacado y reempacado, y vendido productos tóxicos y se comprometieron en tal conducta temeraria que amenazaron derrumbar todo el sistema financiero y económico. El sistema fue salvado, pero a un costo aún difícil de creer.
Debemos tomar este momento como de consideración y reflexión, de pensar sobre qué tipo de sociedad nos gustaría tener, y preguntarnos: ¿estamos creando una economía que nos está ayudando a lograr nuestras aspiraciones?
Hemos ido por un sendero alternativo – creando una sociedad en que el materialismo domina al compromiso moral, en que el rápido crecimiento que hemos alcanzado no es sostenible ambiental o socialmente, en que no actuamos juntos como comunidad para encarar nuestras necesidades comunes, en parte porque un fuerte individualismo y fundamentalismo de mercado han erosionado cualquier sentido de comunidad y ha llevado a la desenfrenada explotación de individuos no advertidos ni protegidos y a una creciente división social.

Extracted from FREEFALL: Free Markets and the Sinking of the Global Economy
by Joseph Stiglitz, published by
Allen Lane on January 28 at £25. Copyright © Joseph Stiglitz 2010.

sábado, 13 de febrero de 2010

NO HAY HOMBRES

NO HAY HOMBRES




CURIOSIDADES DEL CORREO

Gran parte de los que valen la pena están casados y la mayoría de estos tienen amantes. De los que quedan ninguno quiere “compromisos”. Si una tiene suficiente dinero puede “mantener” a un tipo para que se quede a vivir con una, lo que no asegura que sea bueno, galante, bien educado, considerado, romántico, o dispuesto a tener hijos. Ni siquiera quieren conversar.
No es que no he buscado o que soy fea, nada de eso.
Pero debido a mi belleza los hombres de mi edad (30-35) sólo usan el famoso “Touch and go” o pasarse algunas buenas noches, o ratos con una, con únicos fines sexuales. Que parece ser lo único que les interesa.
He agotado los cursos, cafés psicológicos, los café filosóficos, las salseras, los sitios culturales, si hasta me puse a estudiar contaduría para ver si aparecía algo. Y aparecen los “vivos”. O ninguno. Los hombres no van a sitios culturales.
Mientras yo me rompo el alma tratando de entender a la niñez o a Lacan, la pobreza y a Foucault, ellos miran el partido de fútbol, o directamente van a la cancha casi todos los días. Porque ya todos sabrán que hay fútbol todos los días en horarios laborales y el estadio está lleno. No son muy propensos a trabajar.
Confieso que quería ser “independiente” pero no una solitaria. A muchas de mis amigas les pasa lo mismo (están solas). Le agradeceré que nos explique que podríamos hacer las mujeres, o en qué país del mundo hay hombres serios y comprometidos.

Anonimo

lunes, 1 de febrero de 2010

¿SER O NO SER?




HAMLET-ACTO 3-ESCENA 1

Ser o no ser: esa es la cuestión:
Qué es más noble en la mente sufrir
Las piedras y flechas del oprobiante destino,
O tomar armas contra un mar de problemas,
Y al enfrentarlos, terminar con ellos. Morir: dormir;
No más; y por un sueño decir que terminamos
Con el sufrimiento y los miles de impactos naturales
¡Que la carne hereda! Es un final
Deseado fervientemente. Morir; dormir
¡Dormir! Tal vez soñar: allí está la dificultad;
Porque en ese sueño de muerte los sueños pueden venir
Cuando hayamos dejado estos problemas mortales,
Debe otorgarnos descanso: está el respeto
¿Qué hace calamidad de tan larga vida,
Para quien soporta los latigazos y desdenes de este mundo,
La maldad del opresor, la contumacia del soberbio,
Las puntadas del amor despreciado, la demora de la justicia,
La insolencia de los funcionarios y los rechazos
Que ese paciente mérito recibe del indigno
Cuando él mismo podría lograr su paz con un cuchillo?
¿Quién portaría tan pesadas cargas
Gimiendo y sudando bajo el peso de una vida agotadora,
Si no fuera por el miedo a algo después de la muerte,
El país no descubierto, de cuyo destino
Ningún viajero regresa, confunde la voluntad,
Y nos hace preferir soportar los males que tenemos,
Antes que volar a otros que no conocemos?
Así la conciencia hace cobardes de todos nosotros,
Y el tono original de la decisión
Se vuelve enfermizo con el pálido velo del pensamiento,
Y empresas de gran porte e impulso,
Con estas consideraciones, sus corrientes cambian de rumbo,
Y pierden el nombre de acción.


To be, or not to be--that is the question:
Whether 'tis nobler in the mind to suffer
The slings and arrows of outrageous fortune
Or to take arms against a sea of troubles
And by opposing end them. To die, to sleep--
No more--and by a sleep to say we end
The heartache, and the thousand natural shocks
That flesh is heir to. 'Tis a consummation
Devoutly to be wished. To die, to sleep--
To sleep--perchance to dream: ay, there's the rub,
For in that sleep of death what dreams may come
When we have shuffled off this mortal coil,
Must give us pause. There's the respect
That makes calamity of so long life.
For who would bear the whips and scorns of time,
Th' oppressor's wrong, the proud man's contumely
The pangs of despised love, the law's delay,
The insolence of office, and the spurns
That patient merit of th' unworthy takes,
When he himself might his quietus make
With a bare bodkin? Who would fardels bear,
To grunt and sweat under a weary life,
But that the dread of something after death,
The undiscovered country, from whose bourn
No traveller returns, puzzles the will,
And makes us rather bear those ills we have
Than fly to others that we know not of?
Thus conscience does make cowards of us all,
And thus the native hue of resolution
Is sicklied o'er with the pale cast of thought,
And enterprises of great pitch and moment
With this regard their currents turn awry
And lose the name of action.