Como es noticia internacional, es
muy rentable y gratificante hablar del papa argentino que además de ser el papa
en lo demás es una persona como cualquier otra en lo que hace a sus hábitos
sencillos: viajar en subte, tomar mate, ser hincha de fútbol, pertenecer a un
club y tantas otras usuales.
Sí, se crió en un barrio, tiene a
su familia, mucha gente lo conoce.
Ahora que se hizo tan popular
surgen miles de personas que lo conocen de un lado o del otro; nada particular o especial.
Pero voy a resistir a la tentación
de ser original sobre su persona ya que como el mismo papa lo ha dicho ‘no está
muy apurado’ o algo así dijo, por revisar los asuntos de la Vatileaks que
conmocionan al mundo cristiano ni los muchos casos de sacerdotes pedofilicos
que han azotado en muchos países a la iglesia católica en los últimos 20 o 30
años.
Todos recordamos el lugar común de
“vísteme despacio que estoy apurado” que se le atribuye a Napoleón (tengo mis
dudas que él lo haya dicho)
Por eso voy a esperar sus acciones
en vez de apresurarme a opinar algo sobre Francisco I aunque me gusta que haya
elegido su nombre por el poverello
d'Assisi (San Francisco de Asís) y que sea hombre de hábitos simples, como los
pobres.
Vienen
a mi mente pasajes de “El Nombre de la
Rosa” en que Umberto Eco describe muy bien informado, las
divisiones y conflictos entre diversas órdenes católicas en la
Edad Media. También el histórico paso de
los jesuitas por las misiones del noreste argentino en el siglo XVIII. Quedan
ruinas de algunas de ellas (San Ignacio, San Carlos) y se ha filmado una película en Hollywood sobre el tema.
Espero
que resulte ser el papa que merecen los católicos y por extensión los
cristianos en general. Si está interesado en los pobres, ha llegado en el
momento más álgido y más necesario.
Tengo
esperanzas no certezas.
Ya que aparece el nombre de Umberto Eco en una nota sobre el ex Jorge Bergoglio, me permito recordar un viejo reportaje que alguna vez le hiciera Mariano Grondona en 1994 (no lo encuentro en YouTube), en el cual, al preguntarle qué posibilidades consideraba que tuviera el arzobispo de llegar a la prelatura del Vaticano, el entrevistado respondió “ninguna”. Y el argumento que interpuso fue precisamente, su pertenencia a la Compañía de Jesús. Todo un visionario Umberto...
ResponderBorrarEn la nota no se alude a la capacidad política de Umberto Eco sino a su libro "El Nombre de la Rosa". Eco es un gran novelista, estudioso de la Edad Media y Profesor de Semiología. "Visionario" es un término connotativo que poco sirve, además de adjetivar. En un marco místico tendría sentido. Este no lo es.
ResponderBorrarGracias y saludos Giorgiov.