ANTIICIPACIONES DE JULIO VERNE
Según los entendidos en la obra de Julio Verne (1828-1905), éste anticipó muchas máquinas e inventos que en ese momento no existían.
En su novela “La casa de vapor” anticipó los tanques; el submarino en “20.000 leguas de viaje submarino”; el lanzallamas en “Ante la bandera” y los satélites artificiales en “Robur, el dueño del mundo”.
En el resto de sus obras describió muchos otros “artilugios” que se parecen muchísimo a aparatos y actividades actuales como el helicóptero, la tortura con descargas eléctricas, las bombas de fragmentación, el cañón de largo alcance, la alambradas electrificadas, el cine sonoro, la contaminación, los rascacielos, la ciudad ecológica.
Una de sus anticipaciones más extraordinarias se encuentra en la novela “De la Tierra a la Luna”, que escribió en 1865, donde relata con mucha exactitud lo que años después se cumpliría. En esta novela, Verne, sitúa en las Montañas Rocosas un telescopio de 5 metros de diámetro, esta ubicación y las mismas dimensiones tuvieron el primer telescopio del observatorio de Monte Palomar.
En segundo lugar eligió un ficticio club de fabricantes de armas de los Estados Unidos, cuando en su época las grandes potencias eran Francia y Gran Bretaña. Estados Unidos en esa época era una nación muy atrasada por las secuelas de su guerra civil.
También situó el cañón de 300 metros, que en la novela propulsa el proyectil astronáutico enviado a la Luna, en Cabo Town, muy cerca del actual Cabo Cañaveral. En el cohete utilizad en el primer viaje experimental de la novel, viajan una ardilla y un gato, en la historia real fue la perra Laika, la primera en viajar al espacio.
En la novela de Verne, el proyectil que se dirige a la Luna se llama Columbiad, y en él viajan tres hombres y dos perros, uno de los cuales muere y al ser lanzado al espacio comienza a flotar, acompañando a la nave alrededor de la Luna.
Verne relata un método de refrigeración del aire de la nave mediante un sistema de circuito cerrado, los alimentos de los hombres son concentrados, y corrige la trayectoria mediante cohetes auxiliares.
El cohete imaginado por Verne alcanzó la Luna en 97 horas, viajando a una velocidad media de 40.000 Kilómetros por hora, el Apolo XI viajó a 38.500 kilómetros, llegando a la Luna en 102 horas.
¿Casualidad, o no...?
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