miércoles, 26 de junio de 2013

VIOLENCIA SUTIL EN LA VIDA COTIDIANA





"Que no sean necesarios más héroes ni más milagros pa adecentar el lugar"
                                                                                            J. Manuel Serrat
* Se ignora y denigra a los más talentosos o más capacitados (sobrecalificados)
* La libertad debe ganarse ya que no es otorgada por nadie.
* Se teme a los inteligentes.
* “No avives giles que después se te hacen contra” (dicho popular)

“Los pequeños actos perversos son tan cotidianos que parecen normales. Empiezan con una sencilla falta de respeto, con una mentira, con una manipulación. Pero sólo los encontramos insoportables si nos afectan directamente.”
…”El miedo al desempleo no explica en sí mismo el sometimiento de las víctimas del acoso laboral…” …”Inicialmente se procura desbaratar su sentido crítico hasta que no sepa ya quién tiene razón y quién no. Se le somete al estrés, se le riñe, se le vigila y, sobre todo, no se le cuenta nada que pudiera permitirle comprender lo que ocurre…”

“El Acoso Moral” Marie France Irigoyen. Editorial Paidós, 2000.

La psicología estadounidense hace tiempo que ha descrito el fenómeno del “Mobbing” y del “Stalking”. Para hacerlo fácil, Mobbing significa vencer la competencia laboral o a las personas más capaces o “adversarios” mediante una atmósfera de terror no verbalizada que se practica contra quien no se puede competir –se realiza en grupos. Puede expresarse aislando, insinuando represalias, amenazando y rebajando o despidiendo, pero nunca en forma abierta y verbalizada.
Como explico ampliamente en mi artículo “Maltrato y Delito” la silenciosa actitud del Mobbing ha llegado a los tribunales denunciados por víctimas que nadie logró acallar. Stalking o acecho se refiere a la técnica de esperar que el competidor en cuestión se equivoque, que se muestre agresivo. Se caracteriza por climas de inducción sexual o agresiva, aislamientos, silencios, continuos cambios de marco para denunciar “a posteriori” ser ‘víctima’ de una explosión de cólera o de denuncias que previamente se habían  inoculado (inyectado) en forma previa.
Ambos tienen elementos en común.

Estos juegos psicológicos de tipo perverso tienen, naturalmente, mucho de teatralidad y ocultamiento. En todos los casos siempre resulta un “ganador” y sin demasiado que pensar un “perdedor” es eliminado de la carrera y los vencedores construirán luego la historia del villano y sus supuestos delitos. Los “simuladores” suelen tener objetivos concretos y obtener algún provecho propio por su actuación.

Quienes saben de fútbol sabrán que es al mejor de los adversarios a quien más se golpea, se insulta y se denigra por lo bajo, en voz baja, para producir una reacción de parálisis o pérdida de las jugadas. Si esto no da resultado pueden “marcarlo” mucho (acecho) y patearlo lo más posible para intimidarlo o lesionarlo.

Mucho podría agregar, pero si quedó claro me alcanza.

 

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