¡ ALGUIEN SE VA A OCUPAR!
Me parece que según el Imaginario Colectivo, el tango, y muchos trabajos sociológicos, los argentinos somos individualistas, o "sectoriales" a la hora de resolver los problemas comunitarios que tenemos que enfrentar.
El tango sabe mucho de eso en frases que resumen el famoso "no te metás". Discepolo en particular lo ha dejado en claro en "Cambalache": ¿ Qué vachache? ... ¡séntate a un lao!.
Dada la profunda desconfianza de esta comunidad en sus funcionarios, muchos de los eventos que proponen transformaciones en lo social, económico o en salud mental son encabezados por "notables" de la comunidad. Por intelectuales o ídolos populares de toda clase. Por eso para cumplir un sueño se precisa a los Tinelli (un "notable"... vinculado con el poder).
Un enfoque psicológico del mito del héroe ("notable") nos demuestra que las diversas "aventuras" que emprende o que se le adjudican, torneos, hazañas, "iluminación", etc. podría también explicarse mediante su capacidad de sobreponerse a la adversidad transformando la realidad para el bien común. Claro que con esto también se puede hacer un buen negocio, como esas personas que enriquecen "defendiendo a los pobres". ¡Se conocen casos ampliamente!...
La frontera entre la conciencia social y los negocios es muy delgada.
La "hazaña del héroe" consiste por lo general en ponerse al servicio de los demás y su mayor mérito, y por lo que más se lo admira, es la defensa exitosa de los valores éticos y sociales, o dicho de otro modo: la defensa de nuestro marco de convivencia como especie, distinto de la moral que es variable.
El peligro de esta verdadera "delegación de la responsabilidad social" en un héroe, es que el planteo heroico puede transformarse en una propuesta elitista por más "nobleza" que se le adjudique. Las transformaciones deberían ser emprendidas por la mayoría, deponiendo mezquinos intereses sectoriales.
Es frente a los "héroes" de los medios masivos, de la actuación, de la canción, del deporte (y en particular del fútbol) donde más se juegan las proyecciones masivas. "Mediante los grandes rendimientos y/o triunfos de nuestros ídolos, millones de personas olvidan por algunos momentos, horas quizás, su realidad concreta, sus triunfos o fracasos, sus enfermedades y viven por la magia de la electrónica el triunfo de "otro" que los representa (Michelón, 1983)".
El protagonismo colectivo como "danza" social articulada y motivante, es mucho más difícil de lograr.
Paradójicamente esta danza suele darse espontáneamente en los "bailes" de distintos folclores, "milongas", carnavales, recitales : Obras Sanitarias, Gualeguaychú, Cosquín, Rio, Venecia, Nueva Orleans- en estos casos existe un imaginario colectivo homogéneo con un guión aprendido repetidas veces, donde se práctica una creación colectiva, como se puede observar facilmente en ese tipo de fiestas populares...
Entonces, por más resistente que sea un héroe (notable), no tiene una identidad propia para los sujetos de la comunidad... "al ídolo se le puede adjudicar lo que cada miembro de la sociedad desea, pero éstas proyecciones fantasmáticas, no tienen porque coincidir necesariamente con la condición "real" del héroe en cuestión" (Michelón) y tal vez sea demasiado para un ídolo popular que la gente lo crea "capaz de todo", caso típico de "Maradonización" de quienes son amados por el público.
En los mejores casos, recuerdo a Maradona, son seres que suelen estar condenados a la soledad de una lucha desigual, creación emergente de una sociedad y momento dado. Por eso también su veloz caída, su fugacidad...
Según Otto Rank el héroe "deviene un rebelde, un renovador, un revolucionario".
Lo que olvidan algunos pueblos -el tango es generoso al respecto- es su propia responsabilidad como "animalitos del bosque" capaces de participar, porque es propio de todos los cuentos de hadas que muchas hormiguitas, abejitas, picaflores, conejitos del bosque (seres sociales anónimos) logren "ayudar" a los protagonistas para que cumplan con sus metas.
En eso tal vez reside el valor social de los cuentos de hadas donde siempre triunfan los valores éticos, y pierden en cambio los "malvados", como diría Bruno Bettelheim, quien realizó muchos estudios sobre el papel "moralizante" ó de formación de valores sociales y de resistencia que poseen los "fairy tales" o los cuentos para niños.
Como se observará estos habitantes del bosque no son iguales entre sí aunque manifiestan su voluntad para que se produzca el "final feliz" que abre lugar a la fantasía y a nuevos proyectos comunitarios...
Claro que no hablo de la gente que brinda excelentes discursos, pero que luego jamás cumple con lo pactado con su comunidad.
Se me ocurre agregar para terminar esta breve comunicación que no usa en absoluto la "jerga" psicológica y que está dedicada a lo social, que quizás lo más importante que puedan tener esos cuentos infantiles para los enfermos, débiles o excluidos de una sociedad no sea su mensaje en sí, sino el afectuoso tono de la voz, de la actitud pre-verbal y para-verbal que utilizan quienes los cuentan, que para los niños afortunados es su mamá o el amor materno, y para los enamorados el objeto de su pasión,
pero para los excluídos y enfermos puede ser cualquier persona que les haga pensar que esa vida que poseen vale la pena. "No solo de pan vive el hombre", aunque sin él y dentro de la pobreza, como bien sabemos, no puede vivir en forma digna.
Todos necesitamos, además del alimento y del calor de la vivienda, la presencia testimonial de un otro que nos escuche y pueda accionar para "garantizar" nuestro dolor y alegría.
Y los problemas sociales y económicos comunes, solo pueden ser enfrentados por la población como un todo: a la hora de votar, en las cotidianas peticiones y manifestaciones, en la intervención activa en asuntos de la comunidad.
Y los "representantes" que se aguanten.
Esto, por lo general no ocurre, porque no todos "tiramos para el mismo lado" (o los "intereses sectoriales" por encima de todos).
Es que "lo bueno soy yo, y lo malo es todo lo que no me representa a mí o a mí clase"... lean algunos medios argentinos, si no me creen.
Efectivamente su planteo acerca de la proyección fantasmática, es acertado. También se me ocurre pensar que ese mecanismo sea una consecuencia de la imposibilidad de identificar el bien social, común, con el bien de cada sujeto. Entonces se forman grupos compuestos por personas que creen compartir un bien, claro que es cuestión de tiempo para que ese imaginario se ponga a gozar. En fin, estamos jodidos, pero no nos vamos a perder la vanidad de ser los héroes de nuestras vidas no? entonces nos sobreponemos y transformamos la realidad, inventamos nuestra novela familiar una y otra vez... y no está nada mal...
ResponderBorrarHaces reflexiones muy profundas y cuesta comentar en pocas líneas. Todos proyectamos, y los héroes e ídolos que propone nuestra industria mediática, quizá no sean los más adecuados. En cualquier caso, me gusta la interpretación de los cuentos de hadas, cuando los pequeños habitantes del bosque ayudan al protagonista. Cada día estoy más convencida, que las personas sencillas, con una vida que intentamos sea amble, conseguimos que este lugar llamado tierra sea un lugar más habitable.
ResponderBorrarMe gusta también la idea de la comunicación tierna a la hora de contar un cuento, una sonrisa, una mano y un ambiente “afectivamente confortable” hacen auténticos milagros.
Me resulta interesante leerte, me haces pensar sobre aspectos que, unas veces por sabidos y otras por nuevos, pasan de refilón.
Yo de mayor, seré espíritu del bosque, y quizá pueda ayudar a alguna ondina.
Saludos cordiales.
Personalmente creo que es un problema de mentalidad. Si bien creo que el individualismo es una tendencia natural del ser humano, sé que en otras comunidades el individuo notable o "excepcional" es menos llamativo. Es cómo vos decís, depende de las percepciones del entorno... Aquí en Suiza, por ejemplo, en muchas cosas que tienen que ver con lo social y lo estatal, casi no hay personalidades que puedan sobresalir del entorno. Otra cosa es en economía, un mundo mucho más individualista y competitivo. Me pregunto ¿será el predominio del espíritu economicista que llevamos dentro lo que nos hace actuar así?
ResponderBorrarJustamente, das en el clavo, la desconfianza respecto del ámbito estatal cuenta muchísimo. Yo le veo la pata política a todo, y varias veces expresé que si estamos como estamos es porque dejamos todo en manos del mercado(individualista) y no confiamos ni nos preocupamos por mejorar el Estado. (No quiero caer en una visión hegeliana del Estado). Si cada uno se ocupa de lo suyo, lo que es de todos se deteriora inexorablemente. El problema es de los que cuentan solamente con lo que es de todos... A mí me rebela que aquellas personalidades que sobresalen, no vean (o no quieran ver) que son lo que son gracias al entorno... y también los "giles" que pregonan que hay que (con perdón) c*agarse en los demás porque es la única forma de sobresalir, y que ya "una mano invisible" se ocupará de arreglar el resto.
Víctor me dice:
ResponderBorrar"Respecto de tus comentarios, pienso como vos, solo que me parece que es importante la forma de expresión.
Será porque me gusta la literatura. No sé...
Si mirás el comentario que hice hoy, lo mismo, digo las cosas organizadas lo mejor que puedo.
El peligro de ser muy "purista" en el lenguaje político, es que la gente no está ni desea acostumbrarse a ese lenguaje, porque no te olvides que es el mismo lenguaje que usan los poderosos."
Qué me habrá querido decir????
que soy desorganizada para expresar las ideas (es un comentario en un blog, no puedo escribir un tratado de filosofía), que el lenguaje político es "muy purista". No entiendo... es mi lenguaje, así hablo yo, ¿no está permitido? ¿te molestó lo de c*agarse y hegeliano en el mismo párrafo?
Será que la "gente no desea" o que Víctor no desea?
Y del lenguaje psicológico... ¿la gente desea acostumbrarse a eso?
¿Será una invitación a no comentar más?
Una pregunta, por ejemplo ¿cuáles serían términos de un lenguaje purista? Sofista no lo es?
No. De nuevo no !!.
ResponderBorrarNo opino con una persona que habla de sí misma todo el tiempo.
Muchísimas especulaciones... ¡muchas!.
No "te quise decir" nada más que lo que dice ahí...
Te invito a leer mi blog si gustás.
Si no. No.